Los personajes de Naruto no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
—Entonces tenemos un trato ¿no es así abuela?
—Lo tenemos—respondió la dama de largo cabello blanco. Kaguya no pensaba cometer errores, casaría a su nieta con Kimimaru, quien también era su nieto, aunque muy pocas personas lo sabían, ya que su padre era Zetsu, su hijo ilegítimo al que mantenía en el anonimato. Una vez que su nieta se casara, se aseguraría de nunca tener que entregarle la mitad de la fortuna perteneciente a los Otsutsuki.
Aunque su hijo y sus dos nietos estuvieron de acuerdo en que ella recibiera la parte que le correspondía a Hamura, Kaguya no pensaba del mismo modo. Ella no cedería lo que tanto le costó mantener, a una chica rebelde y voluntariosa. Al parecer, Hikari había heredado el carácter de Hamura, quien se negó a contratar matrimonio con la joven que ella eligió y en su lugar, se caso con una plebeya sin riqueza, abandonando el lecho familiar. Diez años mas tarde, Hamura falleció junto a su esposa en un accidente, dejando a Hikari huérfana de padre y madre. Hagomoro no dudó en llevarle la contraria trayendo con él a la chiquilla, a quien trató como a su propia hija hasta el día de su muerte, luego sus hijos continuaron velando por ella como si fuera la hermana que no tenían. Kaguya, no mostró su desagrado hasta que se leyó el testamento de su marido donde prácticamente la dejó en la calle y repartió en dos partes toda su fortuna.
El maldito viejo se enteró de su infidelidad, la cual tuvo consecuencias y aunque no le pidió el divorcio gracias a que mantuvo a su hijo ilegítimo lejos de ella, optó por no dejarle nada.
—¿Y que haré con el bebé?—Hikari hizo prácticamente lo mismo que Hamura y se enredó con un extranjero, luego anunció que se casaría con él. La Otsutsuki no lo podía permitir, dado que no tendría otro remedio que entregarle la herencia, por lo tanto, no dudó en quitar del camino al Hyuga.
—¿Tu que crees?—la fémina sonrió con malicia—Desaparecerlo por supuesto... No podemos dejar que esa aberración viva, ya que siendo hijo, o hija de un Hyuga, tendría el suficiente poder como para regresar y reclamar lo que le corresponde—Kaguya no se tentó el corazón y ayudada por Zetsu, incriminaron a Hiashi en un asesinato que ellos habían cometido. La idea era mantener al Hyuga incomunicado para que su influyente familia no lo pudiera ayudar, lo cuál resultó muy complicado gracias a su imponente apellido, no obstante, todo se podía lograr mediante sobornos. No tardaron mucho para que los médicos y los custodios de la prisión aceptaran mantenerlo drogado e incomunicado. Luego le dijeron a Hikari que la había abandonado y si por mala suerte lograba salir con vida, sería demasiado tarde y no podría hacer nada, ya que la joven estaría casada y bajo el mando de Kimimaru.
—¿Está segura?
—Desde luego, no podemos arriesgarnos a fallar—respondió convencida—Kimimaru, júrame que ese mocoso morirá apenas nazca, júramelo—le pidió tomándolo de las manos.
—Lo juró—el joven estaba dispuesto a todo por complacer a su abuela, a quien admiraba mas que a nadie en el mundo, al igual que la admiraba Zetsu.
—Prométeme que aunque yo llegara a morir antes de que ella de a luz, tú continuaras con el plan. Quiero que ese viejo se retuerza en su tumba cuando sus deseos no sean cumplidos—el imbecil de su marido se había encariñado mucho con Hikari y a pesar de llevar su misma sangre, Kaguya había llegado a odiarla. La única manera en que la Otsutsuki podría heredar, sería si sus hijos murieran y no dejaban descendencia a quienes entregarles la herencia, por lo tanto, debía asegurarse de que ese bebé no sobreviviera, incluso se aseguró de enviar a sus nietos fuera del país por tiempo indefinido, para que no pudieran interferir con lo planeado.
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Recuperar tu amor
FanfictionCon lágrimas sobre su rostro, veía la tumba de su esposo a quien acababa de perder. Su nacimiento estuvo marcado con la muerte de su madre y su huida junto al hombre que consideró y quiso como a su verdadero padre. Durante los primeros años de vida...