Los personajes de Naruto no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
—Prométeme que cuidarás de ella como si fuera tu propia hija... promételo Ko-san—rogó Hikari minutos después de dar a luz a su hija. La joven madre no dejaba de sangrar y sabía que pronto llegaría su fin. Ko lloraba desconsolado, él le había tomado mucho cariño a esa chica mientras estuvo con Hiashi y cuando lo engañaron para apartarlo de ella, se la dejó encargada, por lo que el cariño se fue fortaleciendo y la veía como a su hermana menor.
—No hables así, tú te pondrás bien, estarás sana con tu niña para ayudar a Hiashi-san—el Hyuga se resistía al inminente hecho, no obstante, el parto se presentó una semana antes y los rumores decían que los Otsutsuki estaban rondando los hospitales, razón por la cual, ella optó por quedarse en la vivienda que compartía con el amigo de su amado.
—Ambos sabemos que de hoy no pasaré, por favor Ko-san—él se lo prometió acercándole la bebé a ella para que la sintiera antes de llevársela.
—Te prometo que la protegeré con mi vida de ser necesario—afirmó limpiando el sudor de la frente de Hikari.
—Eres un buen hombre y se que contigo, ella estará a salvo de esas malvadas personas... Mi niña se llamará Hinata y cuando salgas por esa puerta, será tu hija hasta que su padre logre encontrarte—la joven acunó a la niña y derramó amargas lágrimas, sabiendo que crecería sin su madre y tampoco tenía la certeza de que Hiashi logrará salir con vida del lugar a donde su malvada familia lo mandó—Toma la bolsa que está en el primer cajón del buró—el varón obedeció y encontró una bolsa de terciopelo negro.
—¿Que es esto?—cuestionó sin querer hurgar.
—Allí encontrarás dinero en efectivo y la mayoría de mis joyas, véndelas para que puedas mantenerte por un tiempo, sólo deja para mi niña el dije de luna que su padre me regaló cuando me pidió ser su esposa—Ko asintió—Ahora debes irte, márchense antes que ellos los encuentren.
—Pero Hikari-san, no puedo irme dejándote así—el Hyuga se resistía a dejarla morir sola. No iba poder con su consciencia, pero si por mala suerte, los Otsutsuki los encontraban, asesinarían a todos, principalmente a la pequeña Hinata. Se sentía entre la espada y la pared.
—Yo ya no importó, pero mi hija tiene toda la vida por delante... por favor vete, no me falles—él asintió y la chica se despidió dándole un beso a su niña—Perdóname por dejarte mi amor, perdóname por no haber podido darte una vida tranquila y llena de amor—las lágrimas no dejaron de estar presentes en ambos adultos—Márchense ya—cerró los ojos deseando ya no abrirlos. Se sentía muy cansada y cada dos o tres minutos, mas sangre abandonaba su cuerpo, trayéndole una sensación de frío, posiblemente, el frío de la muerte.
No sabía cuanto tiempo había pasado cuando escuchó ruidos. La habían encontrado, sin embargo, se permitió sonreír sabiendo que su retoño ya se había ido y no podrían asesinarla.
—¡Hikari!—sus ojos se abrieron ante el llamado del hombre a quien consideraba su hermano mayor.
—¡Indra...! ¿De verdad eres tú?—la joven lloró amargamente, dado que creyó nunca mas volvería a verlo.
—Oh cielos ¿que sucedió en nuestra ausencia?—el varón le sostuvo la mejilla y se asustó al percatarse de la sangre bajo las mantas—LLAMEN UNA AMBULANCIA... DE PRISA—asustado intentó levantarla, pero ella hizo uso de sus últimas fuerzas para detenerlo.
—Nii-san... ya no hay tiempo—Indra sintió la frialdad de las pálidas manos de su hermana.
—¿Es cierto? ¿La encontraste?—Ashura entró sin ceremonias y se asustó con lo que veía—Hikari-chan—la chica trataba de sonreírles y rogaba por tener un poco de tiempo para contarles todo lo que vivió en su ausencia a manos de su propia abuela. Nadie sabía sobre la existencia de un hijo ilegítimo y ella se los haría saber.
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Recuperar tu amor
FanfikceCon lágrimas sobre su rostro, veía la tumba de su esposo a quien acababa de perder. Su nacimiento estuvo marcado con la muerte de su madre y su huida junto al hombre que consideró y quiso como a su verdadero padre. Durante los primeros años de vida...