Los personajes de Naruto, no md pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro. Las imágenes no me pertenecen y los créditos van a sus creadores.
—¡Feliz cumpleaños cariño!—Hiashi mostró una mueca de sonrisa a pesar del nudo que se formaba en su garganta—Los chicos y yo, queremos llevarte a cenar, Neji ya hizo las reservaciones—añadió la elegante mujer de cabello negro y ojos rojizos llamada Kurenai. Luego de cinco años sin obtener ni una sola pista de Ko y su hija, Hiashi se había dado una nueva oportunidad para el amor, luego de la muerte de su hermano gemelo. Neji quedó bajo su custodia y en una junta de padres a la que fue como su tutor, conoció a la maestra del chico. Para ella, la atracción fue instantánea, mientras que para él, fue algo muy lento. La soledad, la tristeza y el dolor, amenazaban con perderlo, así que poco a poco, se acercó a la agradable dama y para su suerte, fue la mejor decisión que pudo tomar, ya que ella se aseguró de darle a Neji el cariño de una madre que el niño tanto necesitaba y a él, le dio la dicha de volver a ser padre. Su hija Hanabi tenía seis años menos que su primogénita y al igual que Neji, también anhelaba el encuentro con la hermana desaparecida.
—Gracias, pero ya saben que no me gusta celebrar—a pesar de haber obtenido felicidad con su familia, Hiashi no había olvidado a la mujer que amó como loco y a la hija de ambos. Acostumbraba darle a su esposa y a los chicos todo lo que podía, sin embargo, cuando de él se trataba, de nuevo llegaba la nostalgia por su princesa perdida. Lo único que le había traído un poco de satisfacción, fue saber que Kaguya Otsutsuki, quedó literalmente en la ruina por sus malos manejos en los negocios. El Hyuga se enteró de todo y con agilidad mandó a su abogado quien compro el ochenta por ciento de las acciones a muy bajo costo, después de todo, la empresa estaba al borde de la quiebra. Sin el apoyo de sus nietos, la fémina se quedó con apenas el veinte por ciento, mismo que Neji se encargó de obtener mediante un colega que no dudó en ayudarlos. La maldita mujer se gasto toda la herencia de su hija y él se encargó de recuperarla para cuando ella estuviera junto a su familia.
—¿Hasta cuando piensas seguir castigándote por algo que no fue tu culpa?—Kurenai sabía toda la historia e hizo lo que le dicto su corazón, apoyar incondicionalmente al hombre que amaba. Ella era consiente de que no podía competir con el gran amor que su esposo le tenía a la madre de su hija desaparecida, pero no era algo que la amargara, pues desde que se casaron, Hiashi había sido un marido ejemplar y un padre amoroso tanto con Neji, como con Hanabi, además, él nunca le mintió y ella sabía a que atenerse.
—Tía Kurenai tiene razón y por otro lado, Hana-chan esta muy entusiasmada, porque fue ella quien eligió el restaurante—añadió Neji. El joven de veintiún años, no soportaba ver llorar a Hanabi y hacía todo lo que estaba a su alcance para evitarlo.
Hiashi los miró a los tres y se tragó el dolor que amenazaba con consumirlo. Al menos trataría de hacer felices a quienes lo amaban, aún si él, nunca lo fuera—Está bien, ustedes tienen razón... vamos a cenar—la pequeña corrió hacia su padre y él la elevó en brazos.
—Es usted el mejor padre del mundo y estoy segura que cuando mi hermana mayor venga aquí, pensará lo mismo.
—Así es cariño, nuestra princesa opinará igual que tú—Kurenai también dedicaba su tiempo libre a buscar información por medio de internet, no obstante, durante años revisando archivos en prácticamente todas las escuelas de Japón, no dio con nadie con las características similares a las de los Hyuga. Hiashi perdía las esperanzas en algunos momentos, sobre todo, cuando llegaba el año de la muerte de Hikari, a quien visitaba religiosamente en su última morada, durante esas mismas fechas.
...
La familia logró pasar una buena noche y aprovechando que las dos mujeres se fueron al tocador, Hiashi dirigió su mirada a Neji—¿Que te informaron los Otsutsuki?—Neji y él, mantuvieron un estrecho contacto con los primos de Hikari, quienes no dudaron en ayudarlos para que fueran ellos quienes se quedaran con las acciones de la compañía que tanto esfuerzo le costó a su abuelo fundar y que le pertenecía a Hinata. Tanto Ashura, como Indra, miraron desde lejos como la abuela ponía todo en manos de personas incompetentes, las cuales no eran otros que los familiares de Zetsu, el hijo ilegítimo, el mismo que no tenía derecho a ni un solo centavo de esa fortuna, no obstante, ella le dejó todo en sus manos.

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Recuperar tu amor
FanfictionCon lágrimas sobre su rostro, veía la tumba de su esposo a quien acababa de perder. Su nacimiento estuvo marcado con la muerte de su madre y su huida junto al hombre que consideró y quiso como a su verdadero padre. Durante los primeros años de vida...