Tres después, me he mantenido lejos de ella. Siendo un cobarde al no confesarle que me iré en dos días a otra ciudad como ella se irá de mi vida y que posiblemente no volvamos a vernos más. Debía hablar con Hinata, ya lo había aplazado demasiado, no era justo, así que la llamé diciéndole que había algo que tenía que decirle, y que ya no podía esperar. También le envié la dirección de mi condominio para hablar en privado y con tranquilidad.
Estaba empacando las cosas más necesarias para mudarme. No iba a vender este lugar, siempre es necesario tener algún dónde quedarte vaya a dónde vaya.
Pero todo se sentía incorrecto. Se sentía mal dejar a mi mujer. Porque Hinata era mía. Ese sentimiento protector nunca desaparecería.Cuando llegue el momento en que tenga que irme y ella tenga que irse, se que sentiré que todo mi mundo se ha desmoronado y que ni siquiera podré respirar.
Pero ya es inevitable.Desde el momento en que la vi y luego la sentí en mis brazos, sólo podía sentirme como el hombre más afortunado o como un jodido pervertido.
Yo nunca, jamás, había puesto los ojos en una mujer tan joven. Jamás. Iba en contra de mi propio maldito código moral. Pero cuando se trataba de Hinata, no podía evitarlo. Ella era como una droga, y solo podía esperarla y anhelar mi próxima dosis.
Realmente estoy enamorado. Ninguna mujer se había metido nunca debajo de mi piel. Nunca me había gustado una mujer hasta este punto. Hinata era diferente. Era la primera mujer que quería ver por la mañana y abrazar por la noche. La única mujer en la que podía pensar.
Eso no tenía nada que ver con su diferencia de edad. Nada en absoluto. Está moralidad que lo consumía era absurda. Pero ya era un hecho que seguirían caninos distintos.
No había nada que hacer.El timbre sonó, y dejó de empacar para abrir. No comprobé quién era antes de hacerlo.
Hinata estaba de pie en la puerta, mordiéndose el labio. Ella sonrió tan pronto como vio mi sorpresa."Hola."
"Hola... ¿Cómo entraste?"
"Ah, le dije al portero que, soy tu novia y que quería darte una sorpresa, después de responderle algunas preguntas y de dejar mi identificación me dijo en que a piso ir. Siento venir antes pero enserio quería verte. ¿No me invitarás a pasar."
"Eh, si. Pasa, Hinata."
"Entonces, mi mamá, ya vendió la casa, y ahora mismo hay trabajadores llevando las cosas a un lugar nuevo. No sé a dónde iremos pero mamá dice que es un lugar más bonito cerca de la universidad, ah... Me aceptaron."
"Felicidades, cariño." Me acerco a darle un fuerte abrazo que nos hace tambalear un poco.
"Gracias. Aunque, extrañamente no me siento muy felíz. Quiero decir, quiero estudiar pero también quiero... estar contigo y...", dijo Hinata. Miró por encima de mí hombro y luego frunció el ceño.
Mire hacia el pasillo y me olvidó todas las cajas que estaba empacando.
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Celo
Krótkie OpowiadaniaNaruto Es una tentación que no debería desear, pero la malcriada tiene la costumbre de atormentarme a diario. Se supone que debo ser el cuidador del gato de mi madre, pero todo lo que quiero es al hermosa gata de al lado. Hinata Está aquí para cuida...