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“Un fin de semana”

- Ándale, por favor.

Su mejor amiga rogaba haciendo ojos de cachorro a lo que ella decía.

- Parece que tienes chorro.

Fer chasqueo la lengua y la volvió a mirar.

- ¿Entonces, si o no?

- No lo sé, nunca fui a una fiesta y no se ni siquiera bailar. - Audrey subió sus lentes.

- Yo te ayudó, es más...

Audrey la miró pues su amiga tenía una sonrisa en el rostro.

- ¿Qué, que piensas hacer? - Preguntó.

- Cambiarte de ropa, sabes, es momento de que disfrutes tu adolescencia.

- Lo sé, pero siento que esto no es para mí Fer. Tu y Luna son las más reconocidas o se podría decir, bonitas, yo no estoy en ese mundo.

Fernanda cruzó sus brazos y fue hasta ella.

- No vuelvas a decir eso, te voy a meter un putazo, eres hermosísima y neta que el chico que te tenga se va a sentir muy afortunado de estar contigo.

Audrey sonrió, Fer fue su mejor desde que la conoció en la preparatoria.

[....]

Audrey se sentía nerviosa, su primer día en la escuela de prepa. Decidió meterse al baño por los nervios, error; estaban unas chicas de quinto grado.

- Hey, cuatro ojos ¿eres de primero?

- Es una rata. - Hablo una chica rubia.

El miedo en Audrey aumento cuando estás tres chicas se acercaron a ella. La rubia caminó amenazante sonriente.

- Necesitamos a una rarita que nos haga las tar...

Esta fue interrumpida pues un golpe directo a ella fue, una mochila.

- ¡Dejenla en paz!

En ese entonces una chica de cabello medio largo y negro entro.

- Te salvaste está vez.

Las tres chicas salieron de allí, y la pelinegra se aproximó a ella haciendo retroceder a Audrey.

- Tranquila, no te haré nada malo. Mi nombre es Fernanda ¿Cuál es el tuyo?

- Audrey...

- Bien Audrey, al parecer vamos a hacer buenas amigas. Estamos en la misma clase.

Fernanda ayudó a la chica a levantarse un poco para abrazarla, desde allí siempre la defendía de las que querían hacerle algo.

[....]

- Entiendo si no quieres ir a la fiesta, pero será para la próxima.- Fer amenazó con el dedo.

- Claro, y trataré de comprar ropa para esa ocasión.

Fer se fue de su casa, pues ella y Luna si irían a la fiesta. Mientras que Audrey se quedó mirando un poco de vídeos o series;, era fin de semana y era lo mejor que podía hacer.

Le mandó un mensaje a Alex pero al parecer este no estaba en línea y no respondió su mensaje en toda la noche.

- Debe haber ido a la fiesta. - Se dijo a ella misma.

Cada día estaba ansiosa por verlo, y estar con él. Sus amigas no sabían que ella gustaba de él pues quería evitarse todas aquellas preguntas incómodas cómo “¿Por qué no te declaraste?” “¿Por qué te gusta?"

Era raro, pues ella se enamoró de Alex una vez que chocó con él y este le ayudo a recoger sus cosas. Después, todo el tiempo se lo encontraba desde lejos y muchas veces lo veía jugar.

Subió a su habitación, colocó sus audífonos y puso música. Sacó una hoja y empezó a escribir, estaba decidida a darle una carta a Alex y declararle su amor, aunque no sabía que día entregarla.

Escribirle todo lo que sentía desde hace tres años hasta el día de hoy siguen intactos, que cada vez que lo veía su corazón se aceleraba de una manera rápida y amaba verlo concentrado cada que estudiaban juntos.

Aproximadamente eran las 12:30 de la noche, sacó sus audífonos pues quería ir al baño. Cuando salió, escuchó un ruido en su ventana como si está fuese golpeada con una piedra.

Con miedo de ver algún fantasma o algún ratero, se asomó pero solo vio una silueta de un chico alto; Iván. Abrió con cuidado sin hacer mucho ruido.

- ¿Que haces aquí? .- Reclamó sin subir la voz.

- ¿Me dejas pasar? me estoy re cagando de frío boluda.

Se la pensó, sus papás estaban dormidos y si metía a alguien a escondidas sería un castigo muy feo... Pero lo volvió a ver, tenía sus manos en su pantalón, así que bajo no sin hacer mucho ruido y abriendo la puerta este se metió.

- No hagas ningún ruido. - Susurró Audrey.

El varón asintió y subieron las escaleras con mucho cuidado de no despertar a sus padres de la chica. Una vez estando en el cuarto de Audrey, había luz y la miró; No tenía su cabello amarrado.

Para los pensamientos de Iván, se veía hermosa con el pelo suelto y más que traía una pijama de un polero grande y un short.

- ¿A qué viniste? - Audrey habló sacándolo de sus pensamientos.

- La joda está re aburrida, mejor vine, si mi vieja me ve llegando a esta hora me re caga a palos boludo.

Audrey sonrió, Iván olía un poco a alcohol y a cigarro. Pero estaba consiente, el chico se quedó observando el cuarto de está; tenía una decoración de luces en la pared, imágenes de Pokémon, la saga de crepúsculo y tenía alguna que otra foto de una banda coreana.

- Che, ¿te gusta crepúsculo?

- Sí, pero no estoy obsesionada. Prefiero leer los libros a ver la película, aunque disfruto más el soundtrack de toda la saga.

Iván asentía mientras seguía observando todas las decoraciones, Audrey se sentó en la cama pensando en que seguía si él pensaba quedarse o irse.
De pronto, Iván estaba en su escritorio.

- ¿Que mierda es esto?

Ella se levantó de prisa quitándole la hoja la cuál estaba apunto de leerla, la escondió debajo de su blusa.

- Son, son cosas de niña que le gusta Romeo y Julieta.

Iván entrecerró sus ojos pero ya no dijo nada, se sentó en la cama de Audrey para sacarse los zapatos y acomodarse dentro de las cobijas.

- ¿Qué carajos haces, Iván?

- Dormir, que más, deja de romperme las pelotas un toque.

El chico cerró sus ojos, y ella se quedó pensando en que ¿Cómo dormirían?
Dejo la hoja en su buró, y después apagó la luz, yendo a la cama, acostándose aun lado suyo.

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AMOR DE CINE - QUACKITY Y SPREEN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora