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Iván buscaba entre la multitud de toda la gente, saliendo de la casa y la vio correr así que fue detrás de ella. Miró como la chica hacia trizas un pedazo de papel recogiendo un cacho el cuál tenía un corazón...  Recordó.

[....]

Iván miraba el cuarto de la chica, hasta que miró en su escritorio una hoja llena de letras y corazones. Leyendo el principio que decía “Para Alexis, esta es mi carta de mis sentimientos hacia ti"

- ¿Que mierda es esto?

Ella se levantó de prisa quitándole la hoja la cuál estaba apunto de leerla, la escondió debajo de su blusa.

- Son, son cosas de niña que le gusta Romeo y Julieta.

No quiso decir nada más, su corazón se sintió un poco chico al saber que Audrey tenía sentimientos hacia Alex.

[...]

Aquella chica se sentó en la banca del parque cercano de allí, Iván caminó despacio escuchando como lloraba.

- Audrey...

La chica lo miró tratando de no llorar.

- Iván... Él...

Ya sabía lo que vendría y no quería.

- No lo digas...

- Él me gusta, Iván. Me gusta Alex

Iván cerró sus ojos, lo sabía perfectamente y se negaba a creer que Audrey le gustaba alguien más. Después se puso en cuclillas levantando la mirada de la chica.

- Audrey... - Le quitó los lentes y limpio sus lágrimas - No vale la pena llorar por él.

Ella lo miró a los ojos, tratando de calmarse. Asintió dejando caer las últimas lágrimas.

- No vuelvas a llorar por él por favor...

Asintió, Iván la miró nuevamente acercándose aún más.

- Vos... Vos sos hermosa, Audrey.

Poco a poco Iván puso su mano en el cabello de Audrey, quitando suavemente la liga del cabello haciendo que esté se dejase caer.
Ahora ella lo miraba, nunca se había dado cuenta que Iván tenía pequeñas pecas sobre su rostro. De repente, el mayor la abrazo fuertemente y está quedando congelada en su lugar... Sintiendo el calor del cuerpo de Iván, su corazón pálpito demasiado rápido y parecía que tenía ganas de vomitar rosado, parecía como si quisiese estar cerca de él todo el tiempo...

- Audrey, déjame ser tu Romeo...

[...]

Cómo era fin de semana, se quedó en su cuarto pensando dos cosas; Alex e Iván.
Se sentía triste pues Alex le gustaba mucho y al ver qué él estaba interesado en su amiga le partía el alma.

Después estaba Iván, quién desde esa noche cada vez que piensa en él su corazón late con fuerza.

Talló su cara con frustración, después vio que una notificación llegó a su celular.

AMOR DE CINE - QUACKITY Y SPREEN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora