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“Sentimientos encontrados"

Iván estaba despierto, nunca pudo dormir. El reloj de ella marcaban las 2:45 de la mañana. Se volteó quedando frente a frente con ella, la cual dormía plácidamente.

La chica era demasiado linda y tierna, se veía tan diferente con su cabello lacio y suelto más aparte sin lentes, se veía aún más hermosa. Independientemente si llevaba o no las cosas, para Iván era una chica linda.

Ahora estaba justo con ella, durmiendo en su cama en su habitación y en su casa. Su corazón latía demasiado rápido, subió su mano para poder tocar su pestaña pero está se movió al sentir el tacto de sus dedos.
Decidido a moverse, ella lo abrazó, parecía que el argentino quería desmayarse allí mismo. Ella lo estaba abrazando y acomodándose sobre su pecho, no quedo más que quedarse así, sintiendo su pequeño cuerpo.

- Alex... .- Audrey Susurró.

Iván al escuchar aquel nombre, sintió un poco de angustia. ¿Le gustaba Alexis? ¿El chico de gorra?
Después recordó, recordó porque se fue de la fiesta.

[....]

Los padres de Audrey salían temprano a trabajar, así que no despertaban a Audrey un sábado por la mañana. La mencionada despertó, abriendo poco a poco sus ojos para darse cuenta de que estaba abrazada de Iván.

Se asustó, quitándose inmediatamente de allí. Su corazón latía con fuerza, era la primera vez que dormía con un chico y estando así de cerca.
Aunque se volvió a recostar, mirando como el chico tenía sus ojos cerrados y esas largas pestañas.

- Iván bonito.- Susurró.

Se levantó de allí, yendo al baño. Mientras que Iván iba despertando, se asustó al ver aquel cuarto decorado el cuál no era suyo, después cayó en cuenta que estaba con Audrey.
La cuál llegó, colocando sus lentes y amarrando su cabello.

- Buenos días, dormilón.

- ¿Que hora es?

- Las 11 con quince minutos.

Iván se levantó rápidamente poniendo sus zapatos.

- No, mi vieja me va a matar.

Audrey río pero también se preocupó, Iván iba a estar castigado. El cuál salió disparado de aquella caso, ella miró por la ventana.

- ¡Nos vemos, bonita! - Gritó haciendo que las mejillas de Audrey quedasen sonrojadas.

Miró su celular, tenía tres mensajes de Alex.

Alex <3

- Buenos días, Audrey
¿Cómo amaneciste?
¿Quisieras salir hoy?

Aquellos mensajes le hicieron saltar de felicidad, sin duda iba aceptar.
Así que fue a desayunar, después a bañarse para arreglarse y salir a su destino.

Estaba sentada esperando por el chico, habían quedado de verse en una plaza. Pasaron, 10 minutos, 20 minutos y 40 minutos.

Sus ánimos empezaban a irse, habían pasado 40 minutos y ningún mensaje de él. Así que se preocupaba por si le hubiese pasado algo, hasta que lo vió, corría hacia su dirección.

AMOR DE CINE - QUACKITY Y SPREEN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora