Reckless

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"Un buen día para morir"

Ya era tarde, iba corriendo a la estación del metro, corría tan rápido como mis piernas me lo permitían, hasta que choque con alguien, caí al suelo y todo se nublo...

—¡Mirai! ¿Cuántos días te quedan de visa?- Me asusté al escuchar la voz de Kuina a mis espaldas.

—Un día, mañana tendré que ir a jugar, pero número dos me dijo que fuera al este de Tokyo, quiere poner en prueba la teoría de probabilidad que estuvimos preparando, según los cálculos hay más del 45% de probabilidad que sea un juego de diamantes, es poco pero es un avance.

—Solo pregunté tus días de visa, pero es bueno saber que hay avances en eso, supongo.

—Sip, solo que tengo mis dudas por qué-

— ¿También irás al este?– Volteé a mi lado para encontrarme con Chishiya, al parecer estaba escuchando nuestra conversación desde ya hace un par de minutos.

— Si ¿Hace cuánto estás escuchando? No es la primera vez que escuchas conversaciones ajenas ¿Cierto?– El solo me ignoró y siguió caminando— ¿Por qué siempre hace eso? A veces me da miedo.

—Es parte de su atractivo, siempre es tan silencioso en todo- Agregó Kuina

—Supongo, pero es raro– Ambas caminamos tranquilamente por los pasillos del hotel, hasta que una voz me sacó de quicio, cada palabra que soltaba era tan irritante.

— ¿A donde vas Nakimura?- Era Niragi

— No te importa, deja de molestar.

— Ooh claro que me importa, por algo te lo pregunté ¿A donde vas?– Trate de seguir mi camino con Kuina, pero al parecer a Niragi no le gustó que lo ignorara y me detuvo de nuevo

—Quedate quieta por una vez ¿Quieres?–

—Oye ¿Por que siempre cargas con ella es como tu novia o algo? – Dirigiendome a su arma–

— ¿A que viene eso? Es mejor que una novia¿Sabias?

Tenía tanta flojera de seguir escuchandolo y no me quedo de otra más que salír corriendo con Kuina hasta dejar de escuchar sus gritos, no quería pelear con el, no hoy. Pero de nuevo alguien me llamó, al parecer hoy todos se las arreglaron para molestar.

—Mirai ¿Me puedes ayudar?

Era Tatta, no me podía enojar con el, llevaba varias cajas en sus brazos a punto de caer, así que lo ayude con un par,

—Claro-

—Mirai, me voy, tengo que hacer unas cosas- Kuina se fue dejándome a solas con Tatta

—¡Adios! Y bien ¿A donde llevamos esto?

— A la sala de juntas, Ann me lo pidió.

—Bien, vamos.

Seguimos nuestros camino hasta la sala, al entrar nos encontramos con el resto de ejecutivos y militares, al parecer ya estaban en junta.

—¿Por que nadie me avisó?-

—Trate de avisarte, pero ni siquiera me dejaste hablar- Soltó Niragi

—¿Yo? ¡¿No te deje hablar?!

—¡Basta!- Nos interrumpió Aguni- Ustedes dos dejen de pelear por una vez-

Niragi solo me volteo a ver con disgusto

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Vale, mini capitulo, no podía dejar esto sin una palabra.
Solo pido comprensión, estoy mejorando mi forma de narrar, no soy experta ¿Bien?