SEGUNDA TEMPORADA DE "IN YOUR WEDDING DAY"
La familia perfecta se ve afectada por información que comienza a salir a la luz, ¿podrán Neymar y Julieta volver a enamorarse, sortear todas la dificultad y reelegirse para tener su final feliz? Hasta que...
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CAPÍTULO TRES
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— ¿Y papá?
Miré a Máximo con el ceño fruncido. Hacía casi cuarenta minutos que estaba sentado en el sofá, vestido con la camiseta del Santos, esperando a que Neymar lo viniera a buscar para llevarlo al partido.
Suspiré, intentando mantener la calma. Max se había levantado feliz, estuvo toda la mañana hablando sobre cuán contento se pondría Davi al ver a su hermano en las gradas, alentando por él.
Incluso había aprontado la camiseta la noche anterior, la pilcha número once estuvo perfectamente doblada sobre la silla de escritorio, esperando a ser usada.
Miré la hora en mi reloj, notando que faltaba poco para que comenzara el primer tiempo. Me acerqué a él, sentándome a su lado, y acaricié su cabello enrulado con cariño. Máximo me miró con los ojos acuosos, intentando contener las lágrimas.
Ya no había rastros del niño feliz que corría por toda la casa hablando sobre su equipo favorito. En su lugar, había un monito triste y decepcionado.
—Vamos, yo te llevo —Dije, forzando una sonrisa—. Dejame buscar mi camiseta...
—No quiero —Me interrumpió—. Yo quiero ir con papá.
—Max...
—Me lo prometió —Susurró—. Me dijo que me llevaría.
Sentí las mejillas calientes y el nudo en la garganta crecer cuando lo vi ponerse a llorar. Quise darle un abrazo para contenerlo, pero Máximo me empujó levemente con sus manitos y corrió en dirección a su habitación.
Bufé, totalmente molesta. Él desaparecía de la nada y la que tenía que resolver las situaciones era yo. Agarré mi celular y marqué su número rápidamente, esperando a que me contestara.
Dudaba mucho que lo hiciera, si el partido estaba comenzando, su atención estaría puesta en eso y en nada más. Corté tan pronto como escuché su voz en el contestador, ya le había dejado algunos mensajes cuando vi que la hora se acercaba y no había noticias de él, así que no volvería a dejarle otro.
