SEGUNDA TEMPORADA DE "IN YOUR WEDDING DAY"
La familia perfecta se ve afectada por información que comienza a salir a la luz, ¿podrán Neymar y Julieta volver a enamorarse, sortear todas la dificultad y reelegirse para tener su final feliz? Hasta que...
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CAPÍTULO CINCO
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—Es que no lo entiendo —Dije, evitando mirar a Eugenia a los ojos—. Uno no puede dejar de amar a alguien así, sin previo aviso, sin una señal de antemano, me niego a creer que el amor se puede terminar de un día para el otro... me niego a creer que todos estos años no significaron nada.
—No fue de un día para el otro, Julieta.
Tragué el nudo en la garganta y por fin me decidí a levantar la cabeza y dirigirle la mirada a mi terapeuta. Desde que empezó la sesión hacía un poco más de cuarenta minutos solo la había mirado un par de veces: cuando entré y la saludé, y cuando me preguntó por Máximo.
Tan pronto como tocamos el tema de mi relación con Neymar, evité el contacto visual a toda costa. La primera vez que hice terapia tenía quince años, sufría de un mal llamado perfeccionismo, me empujaba a mí misma hacia el límite para complacer a todos menos a mí. Me dieron de alta tres años después, a dos semanas de cumplir los dieciocho.
La segunda vez que me senté en un consultorio fue hace cinco años. El post embarazo me había dejado hecha un trapo de piso así que me decidí a buscar ayuda, y terminé en este mismo lugar con la mujer que ahora tenía en frente. Abandoné hacía casi un año, cuando los problemas con Neymar aumentaban y las respuestas de Eugenia me dejaban poco satisfecha.
Sin embargo, debido a todo lo que ocurrió en el último mes, me vi en la obligación de darme la mano a mí misma y regresar. Tenía en claro que necesitaba ayuda profesional, lo notaba al mirarme al espejo y ver que el reflejo me devolvía una imagen distorsionada.
— ¿Qué querés decir? —Pregunté, haciéndome la desentendida.
Sabía perfectamente a qué se refería con que no había sido de un día para el otro, pero yo necesitaba escucharlo salir de su boca. Requería con urgencia que alguien con una mirada objetiva me dijera en voz alta lo que yo venía negando.
—La relación se fue desgastando, nadie está obligado a quedarse donde no quiere hacerlo y está claro que Neymar, por lo que me cuentas, hace rato decidió irse.
