Capítulo 19

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Capítulo 19


I knew you when you were green and strong.

You were like a feather on a wing, so long.

You know I will miss you when you are gone,

but don't be afraid if you just can't hang on.

'Cause when the wind takes you, it takes me, too.

When you change colours, I change mine, too.

Try not to think and I will try, too.

And when you let go, I will let go, too.

The cold air is pushing hard on you.

I know what you're saying; I can feel it, too.

You'll go through changes, and I'll go through them too.

Don't be afraid now, don't be afraid.

Changing Colours/ The Great Lake Swimmers


Emmett POV

Corrí hacia el jeep sin pensar en nada más que en el delicado cuerpo de Bella, lacio y al borde de la muerte entre mis brazos.

El cambio no comenzaba y su corazón latía lentamente. Su respiración era superficial y se encontraba más pálida que yo.

Al llegar al jeep recliné el asiento del copiloto para ponerla más cómoda y aceleré. En cuanto puse un poco de distancia entre nosotros y Forks me detuve en un camino secundario y estacioné el jeep escondido entre los árboles para examinar a Bella.

La herida en el cuello seguía sangrando, por lo que me acerqué a su cuello y lamí la herida hasta que la sangre se detuvo. En el momento en que mi lengua tocó su cuello mis papilas gustativas explotaron en un millón de sensaciones, un orgasmo de sabor... la sangre más deliciosa que había probado nunca... pero a pesar del ardor en mi garganta, no sentí el impulso de morder y beber, sólo de proteger y curar. Esta no era una humana cualquiera, era mi alma gemela y nunca podría tratar de alimentarme de ella.

Bella seguía inconsciente y eso me preocupaba. Si su cambio no comenzaba pronto moriría por la pérdida de sangre o una falla cardiaca. Jodido Edward, ni siquiera había inyectado suficiente veneno en ella... el hijo de puta quería que Bella muriera.

Sin pensarlo 2 veces tomé su muñeca y mordí exactamente sobre la cicatriz que dejó el malnacido de James, inyectando tanto veneno como pude sin beber su sangre, y sellé la herida con mi lengua. Hice lo mismo con su otro brazo y con sus tobillos. Cada vez mis dientes cortaron en su piel como un cuchillo caliente en mantequilla, pero ni una vez Bella se movió o se quejó.

No me quedaba más que esperar que mientras su corazón siguiera bombeando, el veneno haría su trabajo y repararía lo que fuera que el pendejo de Gayward hubiera roto en ella.

Mientras cruzábamos por Shoreline vi un Target y me detuve a comprar. Asumí que si entraba y salía rápido no habría peligro con dejar a Bella sola unos minutos en el jeep. Para todos los efectos parecía dormida y los vidrios del jeep estaban tintados.

Tomé un carro y eché en él todo lo que pensé que Bella podría necesitar, desde su champú y acondicionador favoritos a lociones, cepillos de dientes, pasta de dientes, peineta, secador de pelo, calcetines, ropa interior, jeans y pantalones de yoga y montones de camisetas y zapatillas deportivas. Alice me incineraría si viera que le estaba comprando un guardarropas completo a Bella en Target.

En 10 minutos estaba de regreso con todas las bolsas de artículos para Bella y las guardé en el jeep y nos largamos de inmediato. Estaba ansioso por poner distancia entre Bell y cualquier amenaza.

Tal Para CualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora