Prólogo

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"Un hombre verdaderamente enamorado, es capaz de esperar cuánto sea necesario."

Era la tipica frase de mi madre, ella siempre solia decirmela y me decía que todo tenía su tiempo. Ella tenía razón.

Esa mañana desperté y me di cuenta que estaba en el cuarto de un hospital, vi a mi madre durmiendo en un asiento al frente de donde me encontraba acostada. Miré mi brazo y vi que me estaban inyectado solución fisiologica (suero). Vi la sutura en mi muñeca, me di cuenta que no había logrado mi objetivo: acabar con mi miserable vida.
Quise sentarme pero me sentí demasiado débil para moverme, la camilla chilló y mi madre dió un brinco poniendose de pie, caminó hacía mi. Me acaricio la mejilla y se largo a llorar.

-¡Gracias a Dios que despertaste mi hija! Tuve tanto miedo!- mi madre hablo sin dejar de soltar sus lágrimas, me dolio verla llorar, se me partia el alma verla así. -¿Cómo te estas sintiendo? ¡Estaba muy preocupada por ti!-

-Descuida mamá, estoy bien, sólo un poco débil pero estoy muy bien.- volví intentar sentarme y mi madre vió que no podia sola así que me ayudo.

-de aquí media hora te traeran el almuerzo, debes comer para reponerte pronto-

La mire de reojo, no sabia si decirle que no tenía hambre ella estaba demasiado preocupada y no queria darle más trabajo del que ya le estaba dando, así que solo asentí.

-Debes seguir descanzando y yo debo ir al trabajo, por favor come bien- mi madre se apego a mi y con mucho cuidado me abrazo y me susurro en el oído -Te amo hija, no quiero perderte, por favor cuidate vuelvo en la noche.- me besó en la frente y se fue.
Cuando ella salió del cuarto me largué a llorar.

¿Por qué aún seguia aquí? ¿Por qué no morí? ¿Por qué?

Me limpie el rostro, me quede mirando a la nada, pensando en todo y en nada a la vez.

FLASHBACK

Estaba desesperada en mi habitación buscando la navaja para cortarme, ya no podia con el dolor que llevaba dentro.

"¿Por qué Rodrigo me hacía daño a pesar de la distancia? ¿No le bastaba con haberme desgraciado la vida? ¿También quería dejar mi reputación por los suelos? ¿Por qué él mentía tanto? ¿Por qué quería hacerme tanto daño? ¿Qué fue lo que yo le hice a él, para que él haga todo esto?"

Me sentía tan herida, lo único que yo hice fue... amarlo.

Al fin encontre la p**a navaja y sin pensarlo dos veces corte mi muñeca izquierda, ví como broto la sangre, no sentía dolor y pense "otra cortada más" volví a pasar la navaja sobre el mismo corte, esta vez la sangre broto con más fuerza. Disfrute al verla salir.

En ese momento solo empeze a recordar todo lo malo que me había ocurrido, recorde a Rodrigo haciendome la vida imposible, recorde las comparaciones y los insultos de mi padre, recorde la discusión con mi madre de aquella tarde, recorde sus palabras de que ella quería morirse. Me dolierón tanto sus palabras, ella sabe que ella es todo para mi.

"¿Lo dijo para herirme o de verdad ella lo deseaba? ¡Si yo le daba tantos problemas a mis padres, talvez la que deba desaparecer deba ser yo!"

Volví a cortar el mismo brazo, esta vez más profundo, sentí el ardor de la cortada y vi como la sangre volvia a brotar. Llore. Pero no llore por el dolor, sino que llore por los recuerdos que se me amontonarón en mi mente.

-Si tan solo desapareciera, todo seria más sencillo en la vida de mis padres.-

Camine hasta la caja de remedios que tenía en mi cuarto, abrí el zipper, saque las tabletas para dormir. Sonreí. Agarre la botellita de agua que había encima de mi comoda la destape y destape el pote de tabletas. Me tomé más de 45 tabletas, tome mucha agua.
Mire al suelo, lo había manchado de sangre, la sangre goteaba de mi brazo. Fui a mi cama me sente en la punta y vi encima de la mesa mi cuaderno de apuntes de la universidad, lo abrí y comenzé a escribir:

"Lo siento mucho mamá, tenía que hacerlo, tú no me demostrabas que me amabas y mi papá peor ¿yo fuí un error en sus vidas? Si lo fui, lo siento mucho.
Desde hoy ya no seré un estorbo para ustedes, quiero que ustedes encuentren su felicidad y no sufran por mi muerte, si ustedes nunca desmostrarón interes en mi cuando estaba viva, por favor, no venga a demostrar interes en mi ahora que ya no estoy. Los amo."

Deje abierto el cuaderno y me acoste en mi cama, llore y llore. Pensaba en todo lo que perderia, pense en que nunca me veria formada medica, pense en que nunca me casaria, ni tendria hijos. Lloraba por todo lo que renunciaba. Continue llorando y abrazé la almohada, de a poco fui sintiendo pesados mis parpados, cerre los ojos y me dormí.

3:35 A.M. desperté dolorida del estómago, tenía nauseas, mareos y mi respiración era agitada. Me levante con algo de dificultad y me dirigi al baño apoyandome de la pared.
Cuando llegue, abrí la puerta y levante la tapa del retrete y comenze a vomitar. Era un líquido algo verdoso y con espuma, vomite y vomite hasta que no puede más.

"¿Qué me estaba pasando? ¿Me estaba muriendo o mi cuerpo rechazaba las tabletas?"

Cuando termine de vomitar me enjuague la boca y me lave la cara, me dirigi a mi cama pero no llegue ni cerca de ella cuando todo empezó a girarme, me agarre de mi tocador que era lo que estaba más cerca a mi.

Toc toc toc

-Dulce María ¿Estás bien hija?

No respondí, mi voz no salía vi que mi puerta estaba con la traba así que me alivie. Quise caminar hacía la cama y termine cayendo al suelo, cerré los ojos, mis parpados estaban demasiado pesados. Escuche la voz de mi madre gritando mi nombre y empujando la puerta, eschuche como revento la cerradura de la puerta y escuche como se abrió, sentí como posaban las manos tibias de mi madre sobre mi rostro y oí su voz pidiendo socorro a mi padre.
Seguido de eso... no volví a escuchar nada más.

MIL RAZONES PARA CREERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora