CAPITULO 4

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Mi madre fue a la cocina preparo limonada y la endulzo con miel, volvió con una jarra de 500 ml. Mas paracetamol para que yo tome, Danielita me miraba preocupada yo le sonreí para que quitara un poco esa carita de preocupación.

Bebí el vaso de limonada que me sirvió mi madre me tome el paracetamol y me acosté tapándome bien, comencé a buscarle charla a Daniela para que se le pasara un poco el susto, entonces comenzó a contarme que extrañaba el colegio bautista y que sus nuevas compañeras del nuevo colegio eran malas con ella.

-Pasa que esas niñas tienen mucha envidia de ti, ya que rápidamente te ganaste a los profesores con tu dulzura, además eres hermosa y tal vez ellas están creciendo demasiado rápido, me refiero a que ellas ya piensan en novios y tu aun piensas en jugar con muñecas, al escondite, pero por lo que eres hermosa e inteligente los niños se fijan en ti, se dan mejor contigo y eso les hace enojar a ellas.- Le explique a mi prima.

-Pero yo aún no quiero tener novio- Dijo haciendo pucheros.

-No te preocupes por eso, hay bastante tiempo para pensar en novios, primero enfócate en estudiar y sacar buenas notas, aprovecha tu niñez y juega, ríe, se feliz porque la niñez es algo muy fugaz, se va muy rápido.- le dije, entonces Daniela sonrió y me abrazo diciéndome –Me encanta estar contigo Dulce, no eres como mis otras primas que me dejan de lado, tu juegas conmigo, me escuchas y me aconsejas. Te quiero.- Luego se acostó y cerró los ojos, se durmió casi al instante.

A mí me dolían las articulaciones por la fiebre. Estuve despierta hasta las 2:00 am fui a buscar a mi madre a la sala porque ella estaba charlando con mi tío Isaías (su hermano), me senté con ellos y él me puso el termómetro axilar tomo mi temperatura 37.5 grados centígrados.

-ya bajo tu fiebre, si se te vuelve a subir la temperatura es mejor que vayas al médico- dijo mi tío mientras me miraba –ya me iré a dormir, hasta mañana- volvio a decir, retirándose de la sala.

-Que susto no dulce?- dijo mi madre mientras me abrazaba. Sonreí y asentí.

-vamos a dormir mamita linda- le dije y ella me sonrió mientras se levantaba del sofá y me tomaba de la mano mientras íbamos hasta mi habitación, ella hizo que me acueste y despidiéndose de mi con un beso se fue a su habitación.

A la mañana siguiente cuando desperté Danielita ya no estaba, me levante algo atontada y un poco débil, camine hasta el comedor algo sonámbula aun.

-Y Danielita, mamá?- pregunte.

-su padre vino temprano y la recogió, te dejo un beso y dijo que vendría otro fin de semana.- mi madre se levantó de la mesa, ella ya estaba desayunando, tomo mi temperatura con el termómetro que mi tío le presto. Tenía 38.5 grados centígrados.

-Quieres comer una salteña antes de tomar el paracetamol?- en ese momento no pude responder la pregunta de mi madre, corrí directamente al baño, levante la tapa del retrete y comencé a vomitar, saque todo el líquido que tenía en el estómago.

Me lave la boca y volví al comedor, tome medio vaso de agua con el paracetamol. Pasaron dos horas y no bajaba mi fiebre, mi madre comenzó a preocuparse y le dijo a mi padre que vayamos al hospital. Mi padre se fue a cambiar y yo tal y como estaba me fui con ellos. Caminamos ya que el hospital estaba a tres cuadras de mi casa.

Cuando llegamos allí, me atendió el mismo doctor con el que fuimos a hacer la campaña contra el dengue. Al verme sonrió –A qué se debe esta visita?- pregunto él.

Mi madre responde por mí –Ella esta con fiebre, no le ha bajado la temperatura a pesar de que ya tomo paracetamol, estaba con dolores articulares y ahora en la mañana estuvo vomitando.-

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⏰ Última actualización: Jul 06, 2020 ⏰

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