Capitulo 7

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Había pasado ya una semana. Parecía que pronto llovería, pues las enormes nubes grises invadían el cielo y se movían por sobre este juntandose unas con otras formando una mas grande, el atardecer estaba por caer y seria recibido con vientos que hacían bailar las copas de los árboles y el cabello blanco de cierto albino que ya estaba cansado de tener que acomodarlo cada segundo, dicho albino se encontraba caminando por el patio de la escuela, la cual solo era habitada por uno que otro alumno que bagaba por ahí, que al igual que él acababan de salir de sus respectivos clubs.

Estaba agotado, se decía a si mismo que no lo haría si no fuera obligatorio, y sumándose a eso ahora tenia que lidiar con Gon, no sabia cuanto tiempo mas podría soportar esa farsa, una semana y sentía que ya no podía mas, Gon no dejaba de molestarlo y le enojaba que siempre quisiera arreglar todo con dinero, y lo peor de todo era que él siempre terminaba aceptando, "que patético", se decía asi mismo. Decidió que era mejor no pensar mas en eso o terminaría sintiéndose mal consigo mismo. Ya harto de su cabello decidió ignorarlo y apresurar el paso para llegar rápido a casa, se acomodo su abrigo y oculto sus manos en sus bolsitas, pues el frío le comenzaba a calar.

Estaba por irse a su casa a dormir las pocas horas que le quedaban antes de tener que ir a trabajar, cuando en eso paso frente al club de música, se asomo un momento y no había nadie, diciéndose a si mismo que solo miraría sin perder mucho tiempo se adentro, al encender la luz pudo apreciar el lugar, era agradable y ahí no habia viento ni frío, se sentia calido.

Hacia tanto tiempo que no tocaba, miro cada uno de los instrumentos sin atreverse a tocarlos, no queria que ocurriese un accidente, hasta que no pudo resistir la tentación al ver el imponente piano, era tan bonito. Miro afuera que no hubiera nadie y emocionado se sentó y moviendo sus dedos con agilidad comenzó a tocar. No era perfecto pero no estaba nada mal.

Era la hora de salida para los estudiantes que hoy tenían club, entre ellos Gon, quien ahora buscaba por cada uno de los salones del pasillo a su amigo. 

-¡Leorio, ¿estas aquí?!

En eso estaba cuando de repente, una extraña melodía llegó a sus oídos, pero debido a la lluvia y a que el sonido era un poco lejano, no lograba distinguir de que se trataba, poco a poco se fue acercando al lugar donde provenía la música, cuando se acerco lo suficiente se dio cuenta que era un piano del club de música, pero "¿Quien estaria tocando un piano a esta hora?, ellos ni siquiera tenían ensayo hoy" Aunque sea quien fuese lo hacia bastante bien; estaba a punto de irse, no era su problema, pero de pronto se detuvo en seco, cuando se dio cuenta de cual era la canción que estaban tocando, sus ojos se abrieron de sorpresa, sintio una presion en el pecho y su corazón comenzó a latir muy rápido, su expresión se hablando, sus ojos se aguaron y en unos segundos una gota comenzó  a caer de sus ojos, resbalando por su mejilla, su respiración se dificultaba provocando jadeos cortantes.

-Creo que ya fue suficiente por hoy- killua solto un suspiro cansado, se levanto y tomo sus cosas con la intención de irse a descansar, no sin antes dejar todo apagado y como estaba. Abrio la puerta pero al salir vio algo que lo dejo extrañado, un chico raro estaba a un lado de la puerta, sentado en el suelo con su cabeza oculta en sus rodillas. "¿Que hace aquí?" Se preguntó killua, aunque no le dio mucha importancia, se agacho de hombros y dio media vuelta dispuesto a irse, pero se detuvo cuando el chico en el suelo comenzó a sollosar, "Que demonios esta pasando" dio un gran suspiro, estaba cansado y lo último que queria era que su maldita empatía le obligara a tratar de ayudar a ese chico extraño que lloraba.

-Oye, amm, ¿todo bien? - Pregunto

Aquel chico extraño alzo la cabeza y fue entonces que killua se percató de quien se trataba, Gon estaba llorando eso si que lo habia tomado por sorpresa. Despues de un par de segundos sin saber que hacer o decir dio media vuelta y estaba a punto de irse cuando una mano lo tomo del pantalón, volteo a mirarlo sorprendido, el pelinegro se levanto del suelo frío y con voz suave le dijo

Del Odio Al Amor Hay Mas De Un Paso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora