El amanecer era, sin duda alguna, la hora favorita del día para Wilbur. Y su paisaje favorito. Pero ahora... Sabía más que nunca DÓNDE brillaba más el amanecer... Las Nevadas nunca dormía, sus luces siempre traían vida al glorioso país. Pero el Sol trajo el brillo natural del mismo.
Wilbur estaba parado en un lugar tan familiar para él. Debajo del letrero de Las Nevadas. Podía ver algunos lugares antiguos, también algunos nuevos... A lo lejos incluso podía ver su vieja van... No entendía por qué seguía allí, habia esperado que Quackity se hubiera deshecho de ella...Quackity... El hombre responsable de hacerlo volver... Dos cartas fueron suficientes. Una carta personal fue suficiente. No lo pensó dos veces antes de venir con Callahan.
El hombre revivido se quedó allí durante minutos, tal vez una hora, con la ansiedad burbujeando en su estómago, no tenía más cigarrillos, se fumó todo el paquete durante los primeros 15 minutos. No hace mucho, se quedaba en este mismo lugar, con una sonrisa de suficiencia en su rostro, listo para molestar al presidente. ¿Pero ahora? Ahora, oh Prime. Quería que la tierra se lo tragara entero. No había avisado a nadie de su llegada. Simplemente se quedó allí... Sabía que en algún momento alguien se fijaría en él. No estaba allí sin moverse porque es un cobarde. ¡Por supuesto no!
"¿Wilbur?"
Vale, es un cobarde.Necesitó toda su voluntad y autocontrol para no huir y si girar su cuerpo en la dirección en la que escuchó la voz. Y allí estaba... Estaba él... Wilbur sintió que se le caía la mandíbula al suelo. Dos meses fueron suficientes para hacer Quackity... aún más atractivo. Su habitual camisa de botón blanca se reemplazó por una roja. Pantalones negros, sin tirantes. Su habitual gorro negro siempre con él. Pero esta vez, las gafas de lentes redondas rojas junto con él, en la parte superior de la cabeza del mexicano.¿Su cabello siempre fue así de largo? ¿O finalmente decidió dejar de ponérselo dentro del gorro?
Quackity lo miró con los ojos muy abiertos y los labios ligeramente entreabiertos. Oh esos labios... Para Wilbur era como el fruto prohibido, y tuvo el placer de probarla oh tantas veces antes...
"Hola..."
Su voz salió más débil de lo que quería, se encogió un poco, apartando la mirada del más bajo. Podía escuchar sus pasos acercándose. Hasta que Quackity estuvo frente a él. La diferencia de altura siempre tan notable.
Esperaba un puñetazo, una patada, una bofetada, ¡cualquier cosa!... Pero se quedó complacidamente sorprendido con lo que en realidad recebió. Quackity lo abrazó... Wilbur miró hacia abajo, con los ojos muy abiertos, viendo como Quackity escondía su rostro en el pecho del más alto.
"Idiota..."
Ah... Por supuesto.
"¿En serio? Pensé que no nos estábamos maldiciendo... Estupido."
Dijo con una pequeña sonrisa, abrazando a Quackity, poniendo su barbilla sobre el gorro del otro. El pelinegro resopló. Se quedaron así por Prime sabe cuánto tiempo.
Quackity fue quien los separó, al menos lo suficiente como para poder mirar a Wilbur a la cara sin romper el abrazo. Y allí Wilbur pudo ver tantas emociones en el único ojo funcional de Quackity.
ESTÁS LEYENDO
Your Obedient Servant
FanficNo importaba cuánto lo intentara, Wilbur siempre volvía arrastrándose. Listo para permanecer de rodillas por él. Su Sol, su amanecer, su yang, su otra mitad, y si permites que el hombre revivido sea atrevido, su alma gemela. Su rival más querido, co...