Tiene que lanzarse de cabeza hacia la pileta apenas se despierta esa mañana. Agustín se convirtió en un pensamiento recurrente en él desde la noche de los chocolates, y tratando de entender eso, se dio cuenta que Agustín siempre fue un pensamiento recurrente en él.
Está confundido, aterrado y enojado.
El agua fría hace poco para calmar el ruido de en su cabeza, pero calma la picazón y el calor en su cuerpo, así que cuando vuelve a la superficie solo suspira. Apoyado contra el borde de la pileta y dándole la espalda a la casa, Marcos apoya su cabeza sobre sus brazos cruzados y mira fijamente las plantas frente a él.
Lo único bueno de haber ganado la prueba del líder esta semana fue que Agustín está asegurado de ser salvado si cae en placa, y aunque teme por la fulminante, duda que lo hagan. Lamentablemente, eso significa que tiene más tiempo para pensar en sus problemas.
Agustín se convirtió en un virus que infectó cada parte de su ser, y no puede sacárselo de la cabeza. No sabe qué hacer, porque le avergüenza pensar de la manera en la que lo hace de su amigo. No puede pensar en besarlo, en tomarle de la mano, en abrazarlo durante horas y horas. No puede pensar en cómo se vería después de una sesión de besos con el cabello revuelto y las mejillas sonrojadas y los labios húmedos e hinchados-
Marcos está enojado consigo mismo.
—Buenos días Marquitos.
Marcos voltea la cabeza y ve al dueño de sus pensamientos acercándose hasta la pileta. Tiene los shorts azules que se ajustan a él de una manera exquisita y sus ojos azules están brillantes. Se ve relajado, bien descansado y feliz, y Marcos daría su propia vida por verlo así todos los días.
Agustín mete un pie en la pileta para probar el agua, y aparentemente decide que no está tan fría, porque termina por sacarse el micrófono y la remera, y se tira sin pensarlo mucho. Algunas gotas golpean el rostro de Marcos, pero no se molesta con eso, no cuando Agustín saca la cabeza del agua, sacudiéndola, y le sonríe con un ojo cerrado para evitar que le caigan gotas de agua dentro, mientras que una de sus manos está peinando su pelo hacia atrás.
Agustín es hermoso.
Marcos se enoja con Agustín. Al final, él es el culpable del lío que es su cabeza. Si Agustín no fuera tan interesante, tan divertido, tan lindo, tan inteligente y tan... Agustín, Marcos no estaría pasando por lo que está pasando.
Decide ignorarlo tanto como sea posible sin ser malicioso. Aunque sea hasta que sus pensamientos vuelvan a la normalidad.
(Lo dijo en la mañana. En la tarde, cuando estaba sentado con Daniela, Julieta, Alfa y Tora, tratando de convencerse a sí mismo que la estaba pasando bien, ve a Agustín recién despertado de su siesta, sentándose en el sillón frente a la televisión. Cuando su cuerpo decide elegir por él y acercarse a Agustín, sentarse a su lado y ver la sonrisa vacilante que le da, se da cuenta que fue un pelotudo.)
Sus pensamientos no vuelven a la normalidad, pero decide que puede vivir con ellos.
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La ira de Dios [Margus]
FanfictionAgustín Guardis es un íncubo, no tiene otra explicación. El hecho de que lo tenga todo el día en su cabeza y lo obligue a pecar, es solo un ejemplo del tipo de demonio que es.