𝗋𝖾𝖾𝗇𝖼𝗎𝖾𝗇𝗍𝗋𝗈𝗌

1.5K 171 214
                                    






𝗰𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝟬𝟰
❜ ⌗ . . . . . . . . . ⌗ ❜
ᴀʟɪᴄᴇ ɪɴ ʙᴏʀᴅᴇʀʟᴀɴᴅ

"He estado solo casi toda mi vida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


"He estado solo casi toda mi vida. Y cosas así, no cambian de la noche a la mañana."
— Chase Atlantic.














Reiko está en uno de los autos negros, tiene los ojos vendados al igual que Chishiya y Kuina. Su pulso se acelera con fuerza mientras los minutos pasan con lentitud. ¿A dónde los estarían llevando? ¿Qué era la playa? ¿Y por qué ellos? Muerde su mejilla interna hasta que escucha como unos de los dos hombres de adelante indican que están cerca del lugar, avisando que tengan preparado las rejas. ¿Sería una cárcel? No comprendía, aún así, prefirió mantener la calma o al menos, aparentar que la tenía. No pasa mucho tiempo cuando llegan a su destino. La fuerte música electrónica se corta, empezando a percibir murmullos.

— ¿Crees que nos maten? — se dirige con cautela a Kuina.

— Si fuera así, ya lo hubieran hecho desde un comienzo. — toma aire, pasando una navaja por la cuerda en sus muñecas. — Esto me suena a mafia pero no tengo ganas de pertenecer a una, a menos que me beneficie en algo.

Reiko ríe internamente. — Estaba preocupada hasta que te escuché.

Siente como unas manos frías toman sus muñecas de repente, haciendo que se desate. Chishiya se inclina a su oído. — No digas nada.

Traga saliva, eliminando cualquier rastro de tranquilidad. Sus cuerdas están sueltas pero ante cualquier otra persona, todavía está amarrada. Gira su cabeza hacia el peligris, siendo incapaz de verlo como tal, ya que las vendas en sus ojos, permanecían intactas. Y no pudo evitar preguntarse, ¿cómo lo había hecho? Quiere interrogarlo pero la puerta de los autos se abren en ese instante.

— Son demasiado tranquilos a comparación de otros.

Sienten las armas tras su espalda, empujándolos a caminar por los pasadizos.

Otra puerta se abre, haciéndolos pasar.

Uno de los hombres con pistolas les interroga. —¿Por qué no están llorando o rogando por sus vidas?

Chishiya sonríe irónicamente. — ¿No quieres nuestra colaboración?

— No es necesario. — suelta. — Igual tendrán que hacerlo.

Chishiya se mueve hacia un costado, anticipando cualquier golpe que le iba a dar. Había hecho bien y no era para más, sus reflejos son geniales. El chico que le iba hacer daño, tambalea por su defensa.

Escucha las risas de otros, alertándolo que no están solos.

— ¡Ya vas a saber! — grita, cargando una de sus pistolas.

— No eres Niragi. — otro hombre con voz más profunda se acerca, poniendo sus dedos en el arma. —No pierdas la paciencia como él.

— Déjame hacerlo, pronto tendremos sus cartas.

𝐆𝐀𝐌𝐄 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓 | 𝖼𝗁𝗂𝗌𝗁𝗂𝗒𝖺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora