Tobio suspiró y recargó la mitad de su rostro en el mostrador para descansar un poco. Colocó los brazos arriba de su cabeza para hacer un tipo de casita y se encogió en sí mismo. Cerró los ojos con fuerza, deseando silenciosamente que su turno de trabajar ya terminara.
Estaba cansado de tener que estar parado en la tienda de cómics. No tenía nada que organizar, era la mitad del día y los clientes eran escasos. Si fuera por él podía irse ahora mismo y dejarle el trabajo restante a sus tres compañeros.
Pero no, necesitaba el dinero si quería seguir estudiando en la universidad y ayudarle a Miwa en la renta del departamento. Acordándose de eso, soltó un suspiro frustrado al saber que ya se acercaba la fecha de pago de lo último.
— ¿Podrías por favor dejar de suspirar?
Tobio levantó el rostro para mirar a Kenma, quien estaba sentado en el suelo con la espalda recargada en la pared. En sus manos tenía su celular, mirando concentrado la pantalla y moviendo los dedos pulgares con rapidez.
— ¿En serio estás jugando Roblox otra vez? — Tobio se deslizó también al suelo, quedando a un lado de él y mirándolo con cuestionamiento.
— No he jugado mucho este día — Si era posible, sus dedos se movieron con más rapidez.
— Kenma, es la decimoctava vez que te conectas — Ladeó la cabeza con obviedad.
Acto seguido se posicionó a su lado para mirar lo que hacía, y estaba en un juego llamado "Foggie", en el cual se veía muy absorto matando a los jugadores.
— ¿Y? Es la décima vez que suspiras en el día y no te digo nada — Le dio una rápida mirada con la ceja arqueada.
Tobio rodó los ojos con cansancio. — Bueno sí, pero el día está muy aburrido y tengo mucho sueño.
Kenma terminó su turno de jugar, le pasó el celular y le dio una mirada de advertencia. — Dejas que te asesinen y nunca vuelvo a prestarte Final Fantasy.
Tomó a regañadientes el celular, le gustaba mucho "Final Fantasy: Crisis Core" como para ser amenazado de esa manera. Comenzó la partida y puso su atención en lo que hacía, teniendo de espectador a Kenma quien le decía comentarios de lo mal que estaba jugando sólo para distraerlo.
Después de un minuto, se escuchó el sonido de una caja ser puesta en el mostrador con fuerza. Ambos saltaron ante el repentino ruido, Tobio casi soltando el celular de sus manos.
— ¡Oigan! ¿Qué hacen ahí? Deberían de estar trabajando.
— No tenemos ganas — Respondieron al mismo tiempo en tono neutral, no despegando la vista de la pantalla.
— ¡Estos nuevos Funkos no se venden solos! — Soltó un resoplido para luego abrir la caja e ir sacándolos con cuidado. — ¡Yamaguchi, diles algo a esos vagos!
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Procura coquetearme más | KageHina
FanfictionTobio trabaja en una tienda de cómics, donde su día transcurre tranquilo...Hasta que Hinata Shoyo llega con regalos para tratar de enamorarlo y hacerle cambiar de opinión de su respuesta anterior.