Tobio trabaja en una tienda de cómics, donde su día transcurre tranquilo...Hasta que Hinata Shoyo llega con regalos para tratar de enamorarlo y hacerle cambiar de opinión de su respuesta anterior.
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El domingo es un día que le causa pereza a Tobio, podía estar acostado mirando series y sólo levantándose de la cama para ir a comer. Era para descansar, así recargar energía para el día siguiente de trabajar.
Aunque a duras penas recargaba energía. Pues así como no le agradaba ir al colegio, se sentía igual para ir al trabajo (su motivacional era el dinero, una gran diferencia).
Ahora se encontraba afuera del local de su trabajo, pues Hinata le propuso encontrarse ahí, ya que era un lugar que los dos ubicaban a la perfección. Tobio esperaba no encontrarse a sus amigos, porque no quería pasar otra vergüenza.
Cuando le contó a Yamaguchi y Oikawa de su cita, empezaron a mandar audios de voz gritando emocionados, casi no entendiéndose lo que decían. Kenma fue más tranquilo, le mandó mensaje de un emoji de carita feliz de gato junto un pulgar arriba.
Oikawa le había mandado reseñas de restaurantes para que fueran a comer, inclusive de moteles y Tobio ya estaba pensando en eliminarlo del grupo de chat. Yamaguchi le comenzó a mandar conjuntos de ropa, diciéndole que tonos de colores le vendrían bien para su tono de piel.
Kenma, de nuevo, mandó un mensaje breve: "No te pongas el boxer de los Muppets".
Ahora fue el turno de Oikawa y Yamaguchi de mandar audios riéndose. Tobio quería eliminarlos a todos, y no estaba seguro si del chat o de la vida.
— ¡Hey, YamaYama!
Tobio miró hacia Hinata, quien se estaba acercando con una sonrisa alegre y a paso tranquilo hacia él. Su ropa era fresca, pues aunque haya llovido ayer, hoy hacía calor y el sol estaba resplandeciente en el cielo azulado.
— Hola, Hinata — Le sonrió de medio lado, intentando verse amigable.
— Lo siento por llegar tarde — Se rascó la nuca con timidez.
Tobio alzó la ceja, cuestionandolo. — Sólo tardaste tres minutos, eso no es nada.
— ¡Pero me siento culpable por hacerte esperar un poco más! Cuando desperté a las ocho de la mañana estaba pensando en venir a esa hora.
— Tampoco exageres, Hinata. No hay problema.
Shoyo formó un leve puchero con sus labios. — Es nuestra primera cita, esperé siglos para esto y no voy a echarlo a perder — Asintió decidido.
Tobio rodó los ojos con una leve sonrisa, de verdad que Hinata era muy perseverante en lo que se proponía.
— Por cierto, te traje esto.
Hinata le ofreció un...¿Ramo? Era un intento de ramo. Las flores que sostenía eran de diferentes colores, tamaños y formas de pétalos. Algunas tenían una raíz sobresaliendo de abajo, otras estaban levemente sucias de tierra.
— ¿Qué...?
— Mientras venía acá encontré muchas flores en las jardineras de la calle, decidí tomar cada una que me parecía bonita y que me recordara a ti.
