Tobio trabaja en una tienda de cómics, donde su día transcurre tranquilo...Hasta que Hinata Shoyo llega con regalos para tratar de enamorarlo y hacerle cambiar de opinión de su respuesta anterior.
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— ¡YamaYama, prepárate para ver el mejor pastel de tu vida!
El nombrado levantó de prisa la vista del manga que estaba leyendo, no escuchó la puerta ser abierta y mucho menos los pasos apresurados de Hinata.
Hinata puso con cautela una caja rosa bebé mediana en el mostrador. Tobio miró con atención como esta estaba decorada con un lazo rojo en forma de moño y colocada en el medio. Abajo de ahí, había una tarjeta.
— ¿Tú lo hiciste? — Preguntó curioso.
Shoyo asintió efusivo. — ¡Claro! Tuve un poco de ayuda de mi mamá, pero la mayoría lo hice yo. En especial el decorado.
Tobio lo miró un poco inseguro ante lo último dicho. No es que Hinata no se viera confiable, pero no creía que tuviera la paciencia suficiente para decorar algo con sumo cuidado.
— ¿Puedo abrirlo?
— ¡Claro! Pero antes, lee la tarjeta — La tomó deprisa y se la ofreció con una media sonrisa.
Tobio agarró la tarjeta, la cual tenía como temática la película de Cars, viéndose ahí claramente Mcqueen y Matte posando sonrientes. ¿Cómo es que Hinata sabe que es su película favorita de Disney?
— ¿Por qué la tarjeta es de Cars? —Frunció el ceño, pensando en que Hinata pudo haber stalkeado su cuenta de Facebook de cuando tenía doce años, subiendo fotos de los personajes y el por qué eran sus favoritos.
Shoyo se encogió de hombros con una expresión inocente. — Me diste las vibras de que te gustaría la película.
— Y tú me das vibras de que ves edits de Encanto.
— ¡Oye, es una buena película! — Se cruzó de brazos, claramente ofendido.
— Entonces admites que todavía los ves — Soltó una corta risa al mirar el rostro de Hinata volverse rojo.
— ¡Eso no importa! Lee lo que dice la tarjeta — La señaló.
Tobio regresó la mirada al objeto. Una sonrisa amenazó en asomarse, pero la detuvo mordiendo su labio inferior. Lo que decía era:
"Tú me sacas lo mejor de mí. Soy todo lo que soy. Porque tú eres todo lo que quiero".
— No sabía que también se te daba la poesía — Regresó la vista con él, quien lo miraba con un pequeño sonrojo en sus mejillas.
Hinata negó lentamente con la cabeza. — En realidad no, la frase es de una canción. Deberías de escucharla porque te la dedico — Le sonrió, Tobio echó una risita.
— Bien, apuntala aquí para que pueda buscarla — Le pasó la tarjeta y un lápiz para que escribiera el nombre.
Al ya estar hecho, Hinata lo incitó con emoción para que abriera la caja. Tobio quitó la tapa con sumo cuidado, teniendo miedo de que fuera una broma y en realidad fuera algo más. Pero no fue así, alzó las cejas y luego las frunció, sin creerse lo que estaba ahí decorado.
