epilogue

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Una joven de cabello rubio y corto, brillantes ojos marrones y piel pálida caminaba por las calles de Queens con paz y tranquilidad. Lleva en una mano dos rosas blancas, y en la otra una bolsa con snacks y películas en DVD.

Dobló en una esquina dirigiendo su caminata a una preciosa casa alejada del centro. Sus paredes parecían de madera y en el jardín brotaban todo tipo de flores y arboles de forma prolija.

En la entrada al garaje se encontraba el habitual auto color azul cielo que los vecinos siempre veían con envidia, pero esta vez un auto mucho más elegante y caro yacía en la entrada.

La joven abrió la puerta de la casa y vió a ese hombre familiar bien vestido usando sus característicos lentes.

-Stark, deberías saber que no es legal que entres así a mi hogar- dijo la joven sin sorprenderse por verlo

-Clint esta preocupado por ti, Winifred- escupió Tony viendo como la chica ponía las flores en un florero vació

-Lo visito dos veces por mes desde su retiro. Ahora dime la verdadera razón de tu presencia- pidió Winifred sentándose en una mesa redonda

Tony camino para sentarse en la silla frente a ella. No ignoró el hecho de que la casa tenia cuatro cosas de todo. Cuatro sillas, cuatro almohadas, cuatro porta-vasos, cuatro habitaciones, etc.

-Los acuerdos de Sokovia...- empezó a explicar Tony

-Los acuerdos de Sokovia son para los Vengadores, yo no soy una vengadora- interrumpió Winifred

-Déjame terminar. Los acuerdos causaron que haya conflictos en el equipo, digamos que estoy reclutando un sub grupo- explicó Tony Stark sin rodeos

-Stark. No me uniré a tu circo solo para solucionar tus errores, otra vez- respondió firmemente la chica

-He logrado reclutar a un chico- dijo Tony ignorando completamente a Winifred

Mientras Stark sacaba una carpeta de su maletín, Winifred logro ver como un rayo de luz azul pequeño cambiaba de habitación sin hacer ruido.

-¿Quien es?- preguntó Winifred escondiendo una risa

-Se llama Peter Parker, es de aquí, de Queens. En cuanto encontré su ubicación decidí venir de paso- contestó Tony mirándola en modo de disculpa

-¿Peter? ¿El sobrino de May? Tiene 14- dijo Winifred abriendo sus ojos sorprendida

Era solo un niño.

-Después de Sokovia, después del funeral de Pietro, desapareciste- soltó al fin Tony

En realidad, todo el equipo estaba preocupado por Winifred. Por saber como se sentía, saber que pasaba por su mente.

-No desaparecí, solo me aleje. Paso menos de un año Tony, estoy intentando empezar de nuevo, sin magia- dijo con sinceridad, aunque una parte de ella mentía

-Y todos estamos muy feliz por eso. Solo recuerda que estamos para vos- Tony se levantó de la mesa tras decir esas palabras sonriendo

-Lo se, gracias. Cuida al chico araña. Por favor- pidió Winifred acompañándolo a la puerta

-Tenlo asegurado- después de decir eso, Tony salio de la casa camino a su auto

Winifred estaba apunto de cerrar la puerta cuando la voz del hombre interrumpió.

-No sabia que conducías- exclamó Stark señalando el auto azul

-No lo hago- respondió Winifred cerrando la puerta

Tony quedo confundido ante la respuesta, pero imagino que era otra broma de Winifred Warren.

-¿Quién carajos era?- preguntó la voz de un niño detrás de la espalda de Winifred

Su cabello era castaño claro y tenia ojos claros, idénticos a los de su padre. También poseía las habilidades de velocidad de él. Tenia 9 años de edad, y si no te dan las cuentas, más abajo entenderás.

-¡Jameson! No digas malas palabras- reprendió Winifred frunciendo el ceño con enojo

-Papá las dice todo el tiempo. Y tu también- habló una chica de la misma edad del niño inspeccionando las películas que Winifred había traído

La chica tenia el cabello más oscuro, pero sus ojos eran los mismos. Ella podía leer mentes, pero nadie más que ella misma lo sabia.

-Cissy, ¿acaso estas difamando mi nombre?- preguntó indignado un hombre cruzado de brazos

Winifred giró para verlo y una sonrisa apareció en su rostro. Seguían viéndose con la misma intensidad de hace un año.

-Pietro ¿Les estuviste enseñando palabras prohibidas a los niños?- Winifred cruzó sus brazos de forma interrogativa

-Solo a Jammie, lo juro- respondió Pietro alzando las manos inocentemente

-Por esa razón, la película la elegiré yo- dijo Winifred alzando los hombros con una sonrisa

-Pero ma, siempre elegís la misma- se quejó Jameson haciendo puchero

-Porque es la mejor película que existe- respondió ella agarrando el DVD

-No respondiste a la primera pregunta, ¿quién era ese hombre?- preguntó Narcissa con determinación

Narcissa tenia la misma personalidad que su madre, en cambio, Jameson, imitaba a su padre... y al tío Clint.

-Un viejo amigo- contestó Pietro al ver que su esposa no respondía

Pietro había dejado de teñir su cabello y comenzó a usar su negro natural y alborotado.

-¿El tío Clint lo conoce?- preguntó Jameson mientras se acomodaba en frente al televisor

-Por supuesto que si- respondió Winifred esta vez, llevando vasos a la mesa del living

-Escuche que nombraban a Peter, ¿por qué?- volvió a preguntar Narcissa sentándose junto a su hermano

-La curiosidad mato al gato, Cissy- dijo Pietro acomodándose en el sofá junto a sus hijos

-A nosotros nos matará ver otra vez como Lucy Pevensie entra a un armario- bromeo frustrado Jameson tirando su cuello hacia atrás

-No saben nada sobre cine- murmuró Winifred ofendida poniendo la película

Una vez sentada junto a su esposo se miraron a los ojos. Las explosiones en los estómagos de ambos seguían teniendo la misma intensidad. Y sus corazones iban al mismo ritmo, literalmente.

Luego de que el corazón de Pietro dejara de latir, inconscientemente, Winifred le dio la mitad del suyo. Compartían el corazón. El funeral se realizó y el cuerpo de Pietro estaba enterrado bajo muchas rosas blancas. Winifred lloro desconsoladamente, hasta que Pietro apareció.

Se veía real, era real. Una mujer adulta con prendas de vestir moradas y dedos negros se ubicaba junto a él, quien se presentó como Agatha Harkness.

Le explicó la magnitud de lo sucedido a Winifred y los riesgos que corrían. Le prometió a la joven una vida junto a Pietro y junto a dos lindos hijos que crecían al gusto de Winifred. Pero todo tiene un precio.

-Te amo, estúpido- susurro Winifred mirándolo a los ojos

-Te amo más, Winnie- dijo Pietro antes de unir sus labios

-Me dan asco- dijo Jameson simulando vomitar

-Cuando tengas novia no dirás lo mismo- exclamo Narcissa divertida recibiendo un golpe de su hermano

El precio de una vida feliz para Winifred Warren, era la muerte de Wanda Maximoff.


LABYRINTH | Pietro Maximoff Donde viven las historias. Descúbrelo ahora