En la época cuando Ran y Rindou eran niños, Rindou a pesar de ser el menor, se burlaba de Ran, pero eso cambiaría ya que Ran se catalogaria como un 𝘼𝙡𝙛𝙖 y Rindou como un 𝙊𝙢𝙚𝙜𝙖.
Los personajes le pertenecen a Ken Wakui
Rindou se encontraba en el suelo, sin poder moverse sentía su cuerpo muy débil por el celo que no podía ponerse de pie. Cada segundo que pasaba lo sentía como un infierno.
El no haber tomado supresores lo hacía todo más complicado y más si su alfa no estaba ahí para tomarlo.
-Dime pequeño omega, ¿Necesitas a un alfa?. -se acercó el chico de cabellos oscuros mientras mostraba una sonrisa son Picardía.
Rindou negó con la cabeza.
-N-no lo nesecito.
Ambos alfas empezaron a reír, el omega estaba siendo muy descortés ellos podían jurar que otro omega en celo les rogaría que lo follaran, por lo general harían lo que sea por tener una polla dentro de ellos.
-Eres un omega muy diferente. -el de pelos oscuros se puso a la misma altura que Rindou y olfateó su cuello, para después fruncir el ceño.
-¿Que pasa?
-Este omega ya está marcado. -el chico chasqueo la lengua, para después destapar el cuello de Rindou y así confirmar que tenía la marca de Ran.
-No me jodas, huele tan bien que pensé que no tiene alfa.
-N-necesito a mi alfa, p-por favor. - Rindou hablo débilmente mientras sus ojos estaban llorosos, ni podía soportar más.
-Parece que nosotros tendremos que ser tu "alfa" en este momento, pequeño omega.
El de cabellos oscuros empezó a quitarle la ropa a Rindou, mientras que este otro se negaba rotundamente, intentando detenerlo con la poca fuerza que tenía.
-D-detente, tengo A-alfa.
-Ven aquí y ayudame. -el chico hablo, para que después el Rubió llegar y agarrar de las manos a Rindou.
-Tranquilo Omega, lo vas a disfrutar. -el Rubió se agachó y lamio la marca que Ran había hecho en su cuello.
Rindou volvió a sollozar, esta vez, con lágrimas en sus ojos. No quería que alguien más tocará esa marca y esos tipos lo habían hecho. Habían tocado el lazo de Ran y él algo que los unía.
-Pequeño Omega, no te asustes obtendrás otras dos marcas en tu cuello.
-N-no, no quiero que alguien más me toque. No quiero que alguien que no es Ran me t-toque. -el Omega empezó a soltar chillidos.
-Joder cállate, te estamos haciendo un favor, maldito Omega. -el azabache tiro de los cabellos de Rindou hacia enfrente.
-Hay que darle su merecido al Omega. - sonrió el Rubió.
Rápidamente, el azabache le empezó q quitar los pantalones a Rindou.
-Bonitas piernas.
Rindou estaba asustado, no quería que lo tocarán, solo quería que lo hiciera Ran.
Estaba tan metido en el callejón que si le hacían algo, nadie se percataria, por más que gritaba por ayuda nadie lo escucharía su voz era demasiado débil.
No quería que Ran pensara que se metió con esos alfas y lo engaño.
El azabache empezó a desabrochar su pantalon.
-Te rompere en dos maldito Omega. -sonrió cínicamente.
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