Capítulo 4: Rumores

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Capítulo 4: Rumores

Jayden

Me siento extraño de tener un día libre después de una sesión, casi siempre tenía dos o tres en una semana y mi tiempo de descanso era poco.

Así que decidí salir a correr por algunas calles y el parque de enfrente del edificio, cuando completé los 5 kilómetros regresé y tomé un largo baño para relajarme.

Ya no quiero pasar más tiempo en mi departamento, pero no sé a quién hablarle para salir. En eso un nombre se me viene a la mente, tomo mi teléfono y marco su número, contesta en el tercer tono.

—No me esperaba para nada esto.

—Bueno, luego de que anoche me escribieras guardé el número, no me olvido de mis amistades, tengo pocas.— nulas más bien.

—En ese caso, ¿A qué debo tu llamada?

—Estaba pensando en que quiero conocer un poco a mi nueva amiga ¿Te gustaría salir?— sé que me escucho un poco nervioso, pero oigan tengo cero experiencia en amistades.

—Claro, nos vemos en Hill Top Road, con esquina en Southfield.

Nos despedimos y quedamos en vernos en 30 minutos. Me dijo que me pusiera algo cómodo, así que elegí un pants negro, una playera blanca con un estampado de una serie que me gusta y tenis blancos.

Salgo del departamento en cuanto termino de vestirme porque el punto que ella me dijo no me queda cerca.

Al llegar, esa melena rubia estaba recogida en una coleta alta, una falda blanca recta y una camisa negra, y en la mano traía una gorra y en el hombro una bolsa. Felicity sonríe una vez que me ve llegar, mi intención era bajar del coche y abrirle la puerta pero ella fue más rápida y subió en cuanto pasé a su lado.

—Hola, veo que eres muy puntual.— su tono es bastante más alegre que ayer en el trabajo.

—No te quedas atrás, aún faltaban algunos minutos para la hora acordada pero quién los cuenta.—ambos reímos.— Ahora ¿A dónde? Sólo me pediste venir aquí.

—La verdad yo pude caminar lo que queda pero te voy a explicar cómo entrar. Vas a seguir derecho y justo verás la entrada peatonal, pero la entrada en auto está a la vuelta, avanza mientras te explico.

Al llegar al lugar que me dijo y ver la entrada entendí su atuendo y sus instrucciones de traer ropa cómoda, pero no traje gorra y hace un sol de muerte.

—Bienvenido al campo de golf de Oxford.— la veo entrar con naturalidad y mostrar una tarjeta al guardia—. Él viene conmigo— dicho esto me hace señas para seguirla.— Soy miembro del club desde que tengo 12 años, mis padres son grandes jugadores y benefactores, aquí han llegado a cerrar tratos o simplemente salir a jugar con socios, por lo que he venido varias veces y mis padres me enseñaron a jugar.

Me habla del lugar, de los cambios que ha sufrido en los años y en qué horarios está más lleno o vacío. Nos encaminamos a unos casilleros cercanos y ella saca un saco con palos rotulados con sus iniciales y dejó su bolsa en ese casillero.

—Vamos por los tuyos.— me guió por un pasillo largo donde nos encontramos con una señora de mediana edad detrás de un mostrador.— Dina, qué preciosa estás hoy, me alegro de verte ¿Cómo has estado?

—Ya no me has venido a visitar linda— la señala en un tono acusador pero divertido.— Pero estoy muy bien, sigo contenta en este lugar, ahora dime ¿Qué necesitas?

—Un carry bag por favor, es la primera vez que mi amigo juega, es nuevo y vamos a enseñarle pasito a pasito.— ambas ríen y yo simplemente me quedo esperando porque no sé qué hacer. Sólo sonrío saludando cuando Dina me saluda.

Mal tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora