Capítulo 36.

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3 de Abril del 2026.

Viernes.

17:11 P.M.

Los Ángeles.

Cafetería: ''El Café De La Abuela''.

Lilith Brown.

-¡Alessandra!.-Adelaida corrió hacia mi para abrazarme. La recibí con una sonrisa para luego agarrar la parte trasera de sus muslos y hacer que enrollara sus piernas en mi cadera para dar vueltas las dos juntas.

-¡Adelaida!, no sabes cuánto te extrañé.-mencioné con una sonrisa cuando la bajé.

-¿Solo a ella?.-Adrián me miraba con falsa tristeza y una mueca fingida.

-A ti también, Adrián.-me acerqué a él para abrazarlo, él me recibió con una gran sonrisa mientras me zarandeaba en el aire.

-¿Y Alicia?.-pregunté cuando Adrián ya me había soltado.

-Está en su casa, se enfermó y por esa razón no vino a trabajar.-respondió Adelaida con una mueca.

-Demonios, luego hay que ir a verla.-ellos asintieron con una sonrisa. Luego de eso nos dirigimos a una mesa desocupada, después de pedirle a Carlos que nos preparara nuestros cafés y varios postres. La cafetería se encontraba bastante llena, había una fila en la caja que terminaba a la vuelta de la esquina.

-Es de esperarse que la cafetería tenga tantos clientes luego de las vacaciones de invierno.-río Adrián.

-¿Cómo pasaron las vacaciones?.-

-La pasamos bastante bien, nos fuimos a Japón y pudimos visitar a varios familiares nuestros de otros países. Por cierto, tengo que darte algunos regalos que te compramos.-Adelaida sonaba emocionada.-¿Cómo la pasaron tú y los Smith?.-preguntó con intriga.

-Nos fuimos a Italia, Londres y a Grecia. La pasamos bastante bien.-respondí con una sonrisa. Pudimos ver como venía Carlos apurado, él llegó a nuestra mesa y dejó nuestro pedido mientras suspiraba cansado.- ¿Demasiada gente?.-él me volteó a ver con confusión.

Él suspiró cansado.-Nos falta personal, varios de nuestros trabajadores no han vuelto de sus vacaciones, y otros se enfermaron, contando a Alicia que se encarga de la mayoría de los postres.-comentó angustiado.

-¿No tienes a más personas que se encarguen de los postres ahora?.-él negó con la cabeza como respuesta a la pregunta de Adrián.

En ese momento se me ocurrió algo.-Tengo una idea, solo déjame hacer un par de llamadas y te soluciono el problema.-le sonreí esperando su respuesta.

-Cualquier ayuda en estos momentos sería un milagro.-exclamó esperanzado para luego volver a la cocina.

-¿Qué vas a hacer, Alessandra?.-Adelaida y Adrián estaban confundidos, yo solo les sonreí para luego llamar a Mis Smith.

[...]

-¡Aquí tienes tu ayuda, Carlos!.-exclamé con una sonrisa al entrar a la cocina con los Smith detrás de mí.

Pude ver a varias personas corriendo de un lado a otro mientras llevaban varias cosas y procuraban no chocarse entre sí. Carlos me miró confundido.-Algunos de ellos estarán cocinando y otros se encargarán de atender a las personas.-expliqué con una sonrisa.

-Un gusto, soy Lucifer y ellos son mis hermanos.-Lucifer le sonrió mientras señalaba a sus hermanos.

-Un gusto, soy Carlos.-mencionó con una sonrisa mientras amasaba una masa en una de las tantas encimeras de aquella cocina.-¿Quién sabe cocinar?.-preguntó mirándonos.

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