Beomgyu solo era un poco curioso. Un poco demasiado. Le gustaba saber todo, era un hablador de primera, aunque un poco tímido. Los demás ángeles siempre parecían enternecerse por su suave carácter. Él era ligeramente dulce con los humanos que le encargaban cuidar.Demasiado dulce.
—¡Beomgyu!—.
Beomgyu estaba tranquilo descansando, sobre, no lo sabía con exactitud. Cuando le habían informado que era un ángel, no le dijeron dónde estaba. Así que solo estaban sobre un fondo blanco la mayoría del tiempo. Beomgyu no le interesaba mucho, le gustaba más vagar por el mundo humano sin ser visto. Él lo había escuchado antes.
¡No tenía cuerpo!
Por lo que, según los humanos, y otros ángeles que le habían contado historias de pequeño, él no podía ser visto. A menos de que Beomgyu lo quisiera. Había sido curioso un par de veces, quizás podría materializarse frente a un humano y asustarlo, pero él no era tan malo, a pesar de que alguno de sus compañeros ángeles lo habían hecho.
Beomgyu podía decir que tenía un aspecto horrible. Todos los ángeles eran horribles. Con ojos por todos lados, y brillantes luces sin sentido saliendo de ellos. A Beomgyu no le parecían bonito, en lo mínimo. Cuando obtuvo su misión de cuidar a su primer humano, él lo vio, era muy tierno. Con dos ojos, una nariz y una boca.
¡Fue impresionante!
Beomgyu no pudo evitar sentirse maravillado por la creación más perfecta de Dios. El humano. Beomgyu estaba seguro de que Dios no se había equivocado. O puede que sí, pero solo con sus ángeles.
—Beomgyu...
Beomgyu los admiraba, él también deseaba ser un humano. Tener ojos, nariz y boca. Había visto que los humanos tenían sentidos. Cuando Beomgyu tocaba las nubes, se disolvía. En el cielo no hay aromas, y Beomgyu ni siquiera estaba seguro de poder oler.
Oh, la comida. Beomgyu jamás había comido. Los ángeles no lo necesitan en lo mínimo. Son seres celestiales y no mortales. Pero, Beomgyu había visto a tanto humanos comer que él también quería intentarlo.
—¡Beomgyu!—. Gritaron.
Dio un respingo y giró para encontrarse con el ángel superior. Beomgyu le tenía miedo. Era serio, y por lo que sabía, tenía millones de años. Beomgyu pensó en un término humano para describirlo. ¿El jefe? Tal vez, él podía mandarlos, darle órdenes y hablar con Dios.
Hablar con Dios. Los humanos lo hacían todo el tiempo. Beomgyu nunca lo había visto. Ni siquiera una vez. Y él era un ángel. Dios. Habían tantas especulaciones sobre él. Quería conocerlo y ver qué tan cerca estaban los humanos de la realidad.
—¿Deseas conocer los infiernos?—preguntó, estaba enojado, muy enojado. Beomgyu tenía un poco de miedo. La anterior vez que cometió un error lo pusieron bajo la oscuridad absoluta. Y lo dejaron allí lo que se supuso para él fue una eternidad.
Beomgyu negó. En los infiernos estaba la maldad. Y la maldad era mala, sucumbías ante la perdición y el pecado. Conocías otra forma de vida eterno bajo el brazo del anticristo. Beomgyu no quería estar allí. El cielo era muy agradable.
—Dios se enteró de tu último desastre.
Estaba asustado. Muy asustado. Ni siquiera sabía cuál fue su último desastre. Había cometido muchos. Pero no era realmente su culpa. Otros ángeles solían decirle que él solo estaba muy humanizado. Cometía errores, como un mortal.
—¡Dejaste morir a un humano hoy!
¿Un humano murió por su culpa? Beomgyu no tenía ni idea. Pensó que estaría bien si lo dejaba de vigilar por unos segundos.
—Los humanos mueren todos los días.
El ángel se acercó hasta él.
—Es inaceptable—dijo.
Beomgyu se tensó. En lo que su extraño cuerpo podía tensarse. Había visto a humanos comerse las uñas cuando sentían ansiedad. Él lo haría si tuviera uñas.
—Dios sabrá qué hacer contigo.
Dios sabría qué hacer con él. Oh, bien, podría respirar y relajarse. Él estaba bien. Dios era un ser misericordioso y tendría bondad con él. No era un ángel malo, hacía lo que mejor podía en su trabajo. Y los otros ángeles lo adoraban, eso creía. Cuando cuidaba de sus humanos, era dulce. Lograba darles ánimos suficientes con sus fuertes energías. Los protegía del mal y del pecado.
Dios vería en él las cosas buenas e ignoraría las malas. Le regalaría su perdón a cambio de buena fe, y Beomgyu claramente no lo decepcionaría de nuevo.
Todo estaría bien.
comenten sus expectativas para este fanfic, los tqm
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little demon like an angel ○ yeongyu
FanfictionObligado a vivir como un humano, Beomgyu es destarrado del reino de los cielos. Beomgyu no quería ser un ángel, pero tampoco un demonio. Así que ahora es un humano, el equilibrio entre el pecado y la inocencia. Cuando conoce a Yeonjun en su trabajo...