little demon like an angel ○ yeongyu

capítulo dos

Cuando Beomgyu se sentó frente a Yeonjun no estaba pensando correctamente lo que hacía. Normalmente, se hacía cerca de los humanos en su forma de ángel. Siendo invisible, como ser espiritual nadie podría verlo. Entonces, recordó que ahora tenía un corazón que latía y Yeonjun era más consciente de eso que él.

Se quedó callado instántaneamente. No sabía qué decir después de ser impulsivo. Yeonjun le había dicho su nombre, y eso era todo lo que él quería, hasta que observó de nuevo hacia los ojos de Yeonjun, fijamente. Beomgyu pensó que su color eran de un bonito tipo de oscuridad. Pensó que si estuviera más cerca, podría verse a través de ellos, en un reflejo. No le daría miedo verse en aquel espejo de sombras.

—Lamento haber guardado tu papel—.

Beomgyu quiso agradecerle a Yeonjun por no dejar que el momento se volviera demasiado difícil de vivir porque estaba sintiendo que necesitaba unas vacaciones de ser un humano.

—Es que estaba hablando con mi amigo sobre algo importante— Yeonjun lo miró, y Beomgyu tuvo que haber puesto una cara muy específica para que Yeonjun chasqueara antes de volver a hablar—. Eso no significa que tu papel no sea importante.

Beomgyu no había dicho nada, pero era justo lo que quería decir. Lo había visto en los humanos. La importancia de las cosas, y como las prioridades afectan tus decisiones. Beomgyu consideró que Yeonjun podría estar leyendo su mente.

—¿Lees mentes?— preguntó, casualmente no le preguntarías eso a alguien que recién conoces, como una ley de ética, Beomgyu no lo sabía.

Yeonjun se rió.

—Si leyera mentes, me encantaría saber qué hay en la tuya.

Beomgyu ladeó la cabeza confundido, trató de darle sentido a las palabras de Yeonjun, pero encontró un significado real.

—¿Por qué querrías leer mi mente?—cuestionó, observando solo durante unos segundos como Yeonjun terminaba su café.

—No lo sé—respondió, encogiéndose de hombros—. Solo me gustaría leerla.

Beomgyu asintió.

—No hay nada realmente bueno en mi cabeza—dijo—Recién la obtengo, antes no tenía una por lo que a veces me olvido que la tengo.

Yeonjun frunció el ceño.

—¿Cómo es eso de que recién la obtienes?

Beomgyu recordó las palabras del ángel superior muy tarde. Nadie podía saber que había sido un ángel, nadie a excepción de él mismo. Beomgyu lo miró asustado. Pero cuando vio nuevamente a los ojos de Yeonjun, pensó que no sería tan malo decírselo a él. Quizás podría haber encontrado a alguien con quien contar.

Los humanos lo hacían todo el tiempo, Beomgyu lo había visto. Tenían a una persona especial con la que podían confiar todo. Con quien pasaban la mayoría de su tiempo y sonreían más. Beomgyu las había categorizado como "personas sanadoras", solo porque hacían un buen trabajo en curar los males humanos. La tristeza, la ira, el desánimo. Beomgyu no quería nada de eso siendo un humano.

—Eso es porque soy un ángel— sonrió feliz, con las paletas de sus dientes frontales.

Yeonjun sonrió enternecido.

—No tengo duda de que seas un ángelito— rió suavemente, y tuvo que contenerse antes de estirar su mano y acariciar el cabello de Beomgyu— Pero, eso no explica por qué no habrías de haber tenido cabeza antes.

Yeonjun todavía esperaba una respuesta, y no entendía por qué. Ya le había dado una respuesta. No tenía más para decirle.

Entonces, repitió— Ya te lo dije, soy un ángel.