FLOWERS: Tulipán rojo.

|Primera cita|

— Wooyoung.

HongJoong llamo a su amigo con un grito, saliendo a los segundos de que esté no haya respondido.

— Woo, ¿Sabes dónde pude dejar la hoja del dise...?, Oh.

— Hola HongJoong.

— Mingi, hola.

Apenas y pudo articular su nombre, los nervios carcomiendo por dentro, pequeños temblores en su cuerpo indicándole al otro que estaba aterrado de los nervios.

— Tranquilo HongJoong, tu amigo está afuera con San. Solo quiero hablar contigo. ¿Podría?.

— Claro.. ¿Es sobre algún diseño que te gustaría?.

— Está vez vengo por otra cosa. Quiero una cita contigo, HongJoong.

Basta porfavor.

Con solo mencionar su nombre corrientes de electricidad corrían por todo su cuerpo.

Al no obtener respuesta, Mingi continuo hablando.

— Aceptare en cualquier lugar que tú desees, te llevaré a dónde tú quieras. Así sea fuera de corea.

¿Que?, ¿Hablaba enserio?.

— Eso no es necesario, Mingi. Yo.. a mí me gustaría tener una cita contigo.

Su rostro calentándose por el sonrojo, lo delataban.
Estaba muerto de vergüenza y nervios.

— ¿Que día tienes libre?.

— Creo que sería mejor preguntarte yo a ti, Mingi. Eres alguien tan ocupado que no quiero arruinar tu agenda.

— Puedo desocupar cualquier día para ti, cualquiera.

Dejando claro esto, el rostro de HongJoong se coloreo aún más rojo.

— ¿Te parecería bien el Sábado?.

— Bien, el sábado llegaré por ti a tu casa. ¿A las 8:00 de la noche te parece bien?.

— Me parece bien.. Pero aún no tienes mi dirección.

Soltó una risita nerviosa, jugando un poco con sus manos. HongJoong realmente parecía un adolescente.

— Olvidas que soy quien te enviaba los tulipanes.

Mingi rio con el para después acariciar un poco su cabello rizado.

— Cierto, lo olvide. Entonces te veré el sábado.

— Te veré el sábado, HongJoong.

Mingi se inclino un poco para estar a la altura de HongJoong y depósito un pequeño beso en su mejilla como despedida. El color rojo volvió a este y Mingi le dió un pequeña sonrisa, seguido de media vuelta y salió del local.

¿Eso fue real?.

La puerta abriendo de nuevo llamo su atención, Wooyoung pasa por ella con una enorme sonrisa.

— Tienes que contarme todo, cada detalle.

— ¿No crees que esto es demasiado?.

Nervioso miraba su reflejo en el espejo. Su atuendo que Wooyoung le había elegido aún no terminaba de convencerle.

— Creo que es perfecto, Joongie. Mingi talvez te llevará a un lugar muy lujoso cómo a los que está acostumbrado a ir.

Mirando a su amigo y grabando esas palabras en su cabeza los nervios habían aumentado aún más en el. ¿Y si lo arruinaba?, el no estaba acostumbrado a esos lugares, el jamás fue a esos lugares y hasta ahora seguía siendo igual.
Pues viajaba en autobús, salía lo menos posible a desperdiciar dinero, ni siquiera tenía un auto por que jamás aprendió a conducir uno.
¿Realmente era lo que Mingi deseaba, salir con alguien como el?.

— Woo, ¿Que tal que lo arruinó?.
¿Que si le parezco poca cosa cuando al fin me conozca? ¿Y si me rechaza luego?.

Su amigo se levantó de la cama a pasos apresurados y tomo las manos del contrario.

— Escucha bien lo que diré, porque no volveré a repetirlo Joongie.

HongJoong lo miro a los ojos, en estos se reflejaba un poco de molestia por las palabras que dijo.

— Eres más que suficiente para cualquiera, así este cagado en dinero.

Bien, realmente estaba molesto. Wooyoung jamás usaba palabras como esa.

— Te recuerdo que quien comenzó a cortejarte fue el Joongie.
Fue el quien te pidió una cita y fue el a quien le gustaste tu primero. Si Mingi te rechaza, entonces quien habrá perdido algo seria el, no tu.
Tienes que comenzar a trabajar más en tu confianza, en tu amor propio, no puedes dejar que tú pasado te atormente y no fuiste tu el culpable de que te arruinaran de esa horrible manera.

Sus ojos comenzaba a picar.

Wooyoung sabía cada cosa sobre su pasado, cada sufrimiento, cada ve que paso por hambre y sed, cada vez que lo tomaron de una forma tan horrible que lo único que pedía era morir.
Y su amigo jamás lo juzgo, siempre estuvo para el, para recordarle lo valiosa persona que era por no rendirse jamás.

— Ahora limpia esas pequeñas lágrimas y termina de arreglar tu cabello, estoy seguro que Mingi está a nada de tocar ese timbre.

HongJoong le dió un abrazo fugaz a su amigo y termino de acomodar su cabello.

Tal como su amigo dijo, el timbre sonó por toda la casa avisando la llegada de Mingi. Se despidió de su amigo, tomo su bolso y abrió la puerta.

El aire le faltó, Mingi siempre se veía guapo en exageración pero aún no sé acostumbraba a la belleza que este poseía.

Y con Mingi ocurría exactamente lo mismo, aquel chico bajito de cabello rojo era el ser más hermoso que alguna vez vio en su vida y estaba totalmente perdido por el.