—Ven, acércate. Graba esto.
—¿Qué? ¿Tú atentando contra tu vida?
—No, imbécil —queja el de lentes quitándole la cámara al dueño tras una pequeña pelea, haciéndole zoom a dos gatos sentados sobre un pilar enredado de plantas, acurrucados y observando el brillante satélite del cielo—. Al parecer no somos los únicos.
—Oh, qué adorable —carcajea la segunda voz, finalmente dándose cuenta de la pequeña escena que el hombre busca capturar—. Nosotros versión gatitos.
—Tú eres el blanquito y yo el negro.
—Me gusta. ¿Qué crees que estarán pensando?
—No lo sé… Seguro disfrutan de la compañía del otro, o probablemente en porqué dos estúpidos los están acosando.
—“¡Hey! ¡Nosotros también queremos un poquito de privacidad aquí arriba!” —agudiza la voz JeongHan, sacándole más risas al contrario.
—¡Lo lamento, gatitos! Eso no estuvo bien de mi parte…