Dónde Enid es la niña rica de la cuadra. Y Merlina el marihuano que a veces que se queda dormida en la banqueta."
•Wenclair
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•Mención de otros shipps
•Puede contener faltas ortográficas •Todos es ficción, y si no te sientes...
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[...]
Se sentía horrible.
Recostada sobre la tina de baño en su lujosa mansión, no podía hacer nada más que llorar.
Cada vez que cerraba los ojos volvía esa imagen de Kent encima suyo, tocándola con su asqueroso miembro.
Y encima haber sido vista por Merlina la hacía sentir peor, si es que su relación apenas estaba mejorando, no podía imaginarse cómo debe sentirse Merlina ahora a su lado.
Debe darle asco.
La Neoyorquina toma la costosa esponja de bajo, pasándola sobre su cuerpo, una y otra vez hasta que su piel arde, pero sigue sin ser suficiente. Aún puede sentir esas manos tocándola, aún sigue sintiéndose sucia.
Le doy asco.
Ahora me dejará.
Merlina me dejará.
Unos leves golpes en la puerta detienen los movimientos bruscos contra su piel, y justo a tiempo porque la sangre empezaba a brotar de pequeñas heridas.
-¿Si? -Pregunta con un hilo de voz, limpiando inútilmente sus lágrimas que se combinan con el agua.
-¿Está todo bien, Enid? -Exclama Xavier desde otro extremo de la puerta, con notable preocupación.
