LA AYUDA DE DOBBY
───⊱✿⊰───
Emma estaba encogida en el sofá de la sala común, pensando un poco en la carta que había decidido buscar sin razón alguna aquella mañana. Recordaba a Carl como un viejo amigo y nada más, y estaba muy agradecida por tener a Harry en su vida porque la realidad es que no sabía que haría sin él, pero si… esa carta nunca hubiera llegado a las puertas de su casa, ¿qué habría pasado?
Esa pregunta rondaba en su cabeza cada maldito segundo y, a la castaña le molestaba en muchos sentidos, porque su vida mejoró gracias a esa carta.
«¿En verdad lo hizo?» La voz detrás de su cabeza, la que decidía ignorar, la estaba atormentando una vez más.
Pero esta vez no fue suficiente querer ignorarla, pues cuando menos lo notó, ya estaba pensando en esa idea: no, en muchos aspectos, no lo había hecho. Descubrió la verdad sobre una familia que ni siquiera sabía que existía, peleó con sus padres por eso, murieron por eso…
—¡Sirius! —La voz de Harry la hizo salir de su burbujo.
La castaña se volvió para ver en la chimenea. Efectivamente, la oscura y despeinada cabeza de Sirius había vuelto a aparecer entre las llamas.
—¡Hola! —saludó sonriente.
—¡Hola! —corearon los cuatro, y se arrodillaron en la alfombra que
había delante de la chimenea.Félix y Crookshanks se acercaron al fuego, ronroneando ruidosamente, e intentaron, pese al calor, acercar su cara a la de Sirius.
—¿Cómo va todo?
—No muy bien —contestó Harry mientras Hermione apartaba a Crookshanks para que no se chamuscara los bigotes, al mismo tiempo que Harry le entregaba a Félix a su novia—. El Ministerio ha aprobado otro decreto por
el que quedan prohibidos los equipos de quidditch...—…¿y los grupos secretos de Defensa Contra las Artes Oscuras? —preguntó
Sirius.Hubo una breve pausa.
—¿Cómo lo sabes? —inquirió Emma, dejando a su gato en el sofá donde se encontraba ella segundos atrás.
—Deberían elegir con más cuidado sus lugares de reunión —repuso Sirius
sonriendo abiertamente—. Mira que escoger Cabeza de Puerco, ¡menuda ocurrencia!—¡Bueno, no me negarás que era mejor que Las Tres Escobas! —replicó
Hermione a la defensiva—, porque ese local siempre está abarrotado de gente...—Lo cual significa que no habría sido tan fácil que los oyeran —comentó Sirius—.
Todavía tienes mucho que aprender, Hermione.—¿Quién nos oyó? —preguntó Harry.
—Mundungus, por supuesto —respondió Sirius, y como todos parecían muy
desconcertados, rió y añadió—: Era la bruja del velo negro.—¿La bruja era Mundungus? —se extrañó Harry, atónito—. ¿Y qué hacía en
Cabeza de Puerco?—¿Ati qué te parece que hacía allí? —dijo Sirius, impaciente—. Vigilarlos, claro.
—¿Todavía me siguen? —preguntó Harry con enojo.
—Sí —confirmó Sirius—, y a Emma. La verdad me alegro de que así sea, si lo único que se les ocurre hacer en la primera excursión es organizar un grupo ilegal de defensa.
Pero Sirius no parecía ni enfadado ni preocupado, sino que, al contrario, miraba a Harry con evidente orgullo.
—¿Por qué se escondió Dung de nosotros? —inquirió Ron un tanto decepcionado—. A todos nos habría encantado verlo.
ESTÁS LEYENDO
Emma y la Orden del Fénix
FanfictionCon el inminente regreso de lord Voldemort Emma deberá aprender que todo es más difícil de lo que creía. ❛ La vida puede ser cruel y dura ❜ Palabras que quedarían grabadas en su mente para siempre. Emma no volvería a ser la misma dulce niña que algu...