જ ﹟ 𝑬𝑵𝑪𝑨𝑵𝑻𝑨𝑫𝑶𝑹𝑨 ꒰ las joyas de la princesa ꒱
En el debut de la princesa Ariana sucede lo impensable, se revela una nueva princesa ante todo el imperio de Arbezela; Aurora De Secramise.
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NACIÓ UNA TARDE de primavera cálida. Cuando su madre la sostuvo por primera vez, supo que su adorable hija estaría destinada a grandes cosas.
Besó su suave cabecita. Esta niña era su mayor tesoro ahora.
"—Aurora, su nombre será Aurora."
Después de nombrarla, la bella mujer dejó este mundo entre suspiros
La dulce bebé estalló en llanto segundos después, siendo rápidamente atendida por una mujer de cabello rojizo.
—Ya no llores, mi señorita. Todo estará bien.
La mujer tuvo que apartar la mirada del cuerpo tendido en la cama, no soportaría ver a su más querida amiga en ese estado.
Rápidamente sacó a la bebé de la habitación. Un hombre alto de cabellera café y ojos oscuros se le acercó.
—¿Es ella? ¿La bebé?
La mujer asintió suavemente, con sus ojos concentrados en la bebé, arrullándola suavemente.
—¿Ella lo logró...?
Esta vez, los ojos grises de la mujer se llenaron de lágrimas, rodando por sus pecosas mejillas.
El hombre agachó la mirada con dolor.
—Duque, por favor, permítanos quedarnos aquí. Si alguien supiera de la señorita, si la emperatriz se enterara...
El duque Krytiel tomó por los brazos a la mujer, calmándola.
—Señorita Leinali, la bebé se quedará aquí hasta que sea su mayoría de edad. No se preocupe por eso.
Leinali asintió, más tranquila.
—Papá, ¿qué sucede?— un pequeño niño apareció por detrás de la pierna del duque.
—Martim, acércate y mira. Ella es Aurora De Secramise. Y ahora es la señorita de este ducado, tu hermana.
El niño observó con ojos curiosos a la bebé —que ya se encontraba más tranquila—, descansando en los brazos de su cuidadora.
Unos ojos brillantes de color verde lo recibieron, quedando encantado al instante.
—Mi hermanita...
Aurora De Secramise nació una tarde de primavera cálida, las flores se abrieron, regocijándose por su llegada y los pajaritos cantaron de alegría.
La niña era como un suave ángel caído del cielo que encantó a todos en el ducado Krytiel, adorada como un tesoro por todos los sirvientes del lugar. Incluido el duque y los dos hijos varones de la familia.
Y poco después, por todo el imperio de Arbezela.
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