Un poco de esto, un poco de aquello.
Un mes y veintitrés días de ser compañeros.
El karma era una maldita perra desgraciada e inoportuna.
Luego de su fabulosa salida, Jiang Cheng enloqueció y maldijo cada maldita película donde los clichés de las citas en la noria y las relaciones amorosas eran perfectas, así como también escupió mil veces sobre la estúpida frase «la realidad supera la ficción» y su vil fuente de mentiras. ¿La razón del caos? Bueno, resulta que su dramatismo romántico digno de Hollywood les valió un fuerte resfriado por la mañana, cosa que solo preocupo al menor, pues Lan XiChen solo se rió encantadoramente de su novio, declarando que aún enfermo volvería a tener esa fantástica cita una y otra vez.
Jiang Cheng le dio la razón, porque sinceramente, también lo haría. Lo único que cambiaría sería su persuasión al omega para bajar más rápido del juego mecánico, ya que éste quiso quedarse más tiempo a disfrutar de la agradable vista nocturna.
Por eso estaban asquerosamente enfermos.
Cuando Wei WuXian llegó del trabajo seis horas más tarde, los encontró nadando en sudor, acurrucaditos en un rollito tembloroso de mantas abrigadoras, la calefacción encendida y bolsas térmicas en sus pies. Eran un dúo francamente deprimente y lamentable, por lo que el corazón hipersensible del omega embarazado se apretó dolorosamente y su instinto se inquietó con la necesidad de proteger y cuidar con todo lo que tenía a su alcance de los miembros debilitados de su manada.
En un abrir y cerrar de ojos la ansiosa mamá gallina Wei actuó sobre los dos enfermos; primero obligó a Jiang Cheng a beber hasta la última gota de la asquerosa e insípida sopa medicinal que preparó en cinco veloces minutos, después lo dopó con una generosa cantidad de pastillas para disminuir los síntomas del resfriado. WuXian estuvo satisfecho una vez que el alfa sucumbió a los efectos adormecedores de los analgésicos, pasando enseguida al decaído omega acostado en la cama junto a su hermanito.
He ahí el verdadero reto.
Lan XiChen, lejos de sentirse reconfortado por ser el repentino centro de atención, se mantuvo alerta como un león enjaulado. Con sus preciosos ojos dorados oscurecidos por la desconfianza y el recelo y su aroma ácido empujando agresivamente, era la viva imagen de un omega dominante en su máximo esplendor. El mensaje era bastante claro: no retrocedería si percibía una amenaza. Wei Ying entendió la postura defensiva y no presionó, si bien el hombre se encontraba demasiado vulnerable y débil para protegerse de cualquier cosa, las advertencias no debían tomarse a broma.
Como un pensamiento fugaz, recordó sus múltiples encuentros nada amistosos o entusiastas desde que compartieron techo y decidió que su reacción había sido pacífica. Encantadora, incluso. Sumándole a todo el rollo la parte biológica, esa donde los omegas dominantes despreciaban el hecho de mostrarse completamente indefenso con alguien que no sea su compañero y todo eso.
Uff. ¿Qué debía hacer entonces?
Después de cinco minutos donde consideró cada una de sus ideas para acercarse al omega de Lan sin perturbarlo, simplemente extendió los medicamentos en su dirección como ofrenda de paz y espero a quizá ser rechazado.
No sucedió.
Con gran sorpresa, Wei WuXian vio cómo la expresión de Lan XiChen se suavizaba, pasando de una máscara terrorífica a una adorable en un segundo. Una lenta y cegadora sonrisa apareció en su cara conforme inhaló el aire a su alrededor, moviendo la nariz como lo haría un conejito mientras sus ojos se empañaban de la emoción. A-Xian olisqueó sutilmente y lo comprendió.
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Guía rápida para conseguirle novio a tu hermano | ChengXi
FanfictionLas prioridades de una persona tienen una escala diferente dependiendo su personalidad; para Lan WangJi lo más importante era su tiempo como pareja de Wei WuXian. Cuando su novio y Jiang WanYin se mudan inesperadamente a su departamento, su hermano...