Ranpo Edogawa jamás vio tanta ira femenina conjunta en un solo espacio.
Dazai había regresado sin Dina, enojada, triste y frustrada, lo podías ver de primera mano en su andar pesado y violento, pero sin duda lo que la irrito más fue ver a Chuuya llegar con ese tipo, y aún más, casada con él. Lo llamo varias veces "perra rusa" durante su estadía ahí, cuando estaba muy ebria para pensar, todos suponían que recaerá a pesar de todos los intentos por evitarlo, era como si la bebida fuera lo único que adormeciera el salvajismo en su vieja amiga para no lanzarse sobre Chuuya y joderla en el primer lugar donde se le pudiera poner encima.
No es que pensara de forma desagradable, en lo absoluto, Dazai había sido muy explícita con sus propios pensamientos en ocasiones donde estaba hasta el cuello de cristal. Es complicado de decir, pero definitivamente eso mantuvo una hostilidad persistente hasta que se fue. Hasta que por fin Chuuya se deshizo de la perra rusa, como llamaba Dazai.
La producción del segundo álbum comenzó así y decir que Chuuya y Dazai tomaron la delantera, fue poco, es extrañamente inesperado que casi tuvieran una canción completa en mente, pero la tenían, jodidamente la tenían y eso era sorprendente. Como ver un huracán en acción devastando todo. Y Dazai estaba lo suficientemente devastada, al igual que Chuuya como para ofrecer algo bueno.
Ellos trabajaron también, era obvio, siempre había sido un trabajo en equipo, Atsushi y Ryunosuke tenían algunas baladas de amor, dos para ser exactas, Gin tenía una canción de realización de sí misma mezclada en una especie de epifanía mental y él había escrito cuatro canciones añorando a su amor lejano, tener relaciones a distancia era tan jodido que te daba material para cantar sobre ello. En total solo con ellos tenían siete canciones.
Pero el álbum llegó a tener quince, siete de ellas habían sido escritas por sus dos vocalistas al borde del descenso de una nueva crisis.
Tres de esas canciones las escribió Chuuya, había desaparecido una semana y solo le había dicho a Kouyou a donde había ido, se enteraron poco después que había viajado a la presa a escribir con tanto detalle como le fue posible. Regreso con una canción desgarradora de amor y otras dos sobre un deseo oculto. No dijo nada en lo absoluto, y nadie preguntó por qué para ese punto todos sabían sobre quién era la canción.
Dazai paso esa misma semana encerrada en su habitación, constantemente Kunikida la checo y le llevo sus comidas, describía la habitación como un desastre de papeles y no como el habitual. Ella también regresa con tres canciones más, dos de ellas eran sobre sí misma, tal vez, siempre interpreto que Dazai paso un momento de catarsis mientras las escribía porque no había forma alguna de que todo ese dolor no la reflejara bajo lo que el sabía.
La última canción fue escrita por Dazai y Chuuya, las dos se habían juntado una noche, y una se volvió en dos semanas completas día y noche charlando, conociéndose a más profundidad, entendiendo.
Fue como verlas hacer lo que todos esperaban que sucediera entre las dos, a excepción de que fue inevitable pensar que esa calma no se mantendría por mucho tiempo. En realidad ninguno nunca supo de qué hablaron, o que sucedió en el instante en el que Dazai y Chuuya desaparecían mientras construían las melodías para las demás canciones. Solo había una cosa segura y esa era que Chuuya ahora conocía cosas que ninguno de ellos jamás supo, o podría saber. Indagó tanto en el corazón resguardado de la castaña obscuro que consiguió la verdad al final, y eso fue malditamente esperanzador porque al fin había una jodida persona en todo ese lugar que realmente conocía a Dazai y entendía que mierda estaba pasando.
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CHUUYA & TAINTED SORROW ||| [soukoku Fem]
RandomAu Band Soukoku Fem Ella era la cálida brisa de mar oceánica, con la mirada azul terciopelo, y una presencia que te hacía enloquecer. Ella era la fría noche de invierno, el cabello castaño obscuro alborotado te hacía suspirar, con sus ojos marrones...