Ocho

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Maki se sentía feliz, por primera vez iría donde su papá y vería donde vivía. Y aunque también se sentía triste porque su appa iba a estar solo.

Sunghoon sonrió al ver a su hijo correr hacia su auto, haciendo que el menor se adentrará y luego lo abrazara con fuerza.

- ¡Te extrañé papá!- gritó el menor, para luego sentarse en su lugar e intentar sujetar su cinturón de seguridad.

- Kinie, sabes que debes ir atrás- señaló la sillita que allí había, haciendo que el pequeño hiciera un puchero.

- Sólo por hoy papá- hizo ojitos, haciendo que el mayor riera y asintiera, para luego abrochar el cinturón de seguridad.

- Pero sólo por hoy- el pequeño asintió repetidas veces y sonrió.

Jake miraba a Jungwon, quien le sonreía e intentaba que el mayor se sintiera mejor.

- Sé que extrañas a Kinie, pero también debe pasar tiempo con Sunghoon.

- Eso lo sé Wonie, pero... no pensé que esto fuera tan difícil- bufó y cubrió su rostro.

- Comprendo eso, pero aún así no debes estar preocupado, está con Sunghoon, con su padre y él ya no es el mismo chico de diecisiete años que rompe todo lo que toca- el mayor rió y asintió.

- Tienes razón en eso.

[...]

Sunghoon reía mientras veía a su hijo saltar alrededor mientras miraba todo, mientras intentaba dejar sus muñecos en un rincón para que no molestaran.

- Kinie, allí está tu habitación.

- ¡¿Para mi?!- sonrió, adentrándose corriendo a su habitación. Sunghoon sonrió.

[...]

Jake miraba la cama, de pronto se sentía realmente grande para él solo, por lo que suspiró y colocó más almohadas junto a él. Se sentía un poco triste en ese momento, pero al mismo tiempo estaba feliz por su hijo y por Sunghoon. Sabía que su hijo extrañaba a su padre y era realmente entendible ya que siempre habían estado juntos.

Jake cerró sus ojos e intentó dormir, pero se le hacía imposible. Se levantó de su cama y se adentró a la habitación de su hijo, para luego ver algunos de sus juguetes rotos, por lo que tomó los que podía arreglar y bajó las escaleras para luego sentarse en el sofá y tomar hilo y aguja.

Eran alrededor de las cinco de la mañana cuando por fin sintió que tenía sueño, por lo que subió las escaleras y se acostó en su cama, sabía que no iba a dormir más de tres horas pero no podía decirle a su jefe que no iría a trabajar.

Our Son -Jakehoon-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora