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Luke sentía las gomitas en su boca y cómo estas mostraban una combinación explosiva y deliciosa de sabores. Sabores frutales.

El chico caminaba por una de las calles de Sydney mientras devoraba las golosinas disfrutando al máximo de su sabor. Sin duda no podía vivir sin esa clase de pastillitas drogadictoras y de colores.

— ¡Hey! — Una voz le hizo reaccionar. Había chocado con una persona por ir pensando en sus deliciosos Skittles. — A ver si miras por dónde vas, idiota — murmuró la morena, mirando al chico con desprecio, pues le había prácticamente placado con su gran cuerpo.

— Lo siento — murmuró Luke en respuesta. Se dió el lujo de admirar a la chica.

Ella era bajita, su cabello liso y castaño un poco más abajo de sus hombros y unos preciosos ojos marrones. No olvidemos las pecas, pues la chica poseía pecas.

— Eres linda — Dijo Luke de repente.

Una de las cosas que más caracterizaba a Luke es que a pesar de ser muy vergonzoso, no tenía filtro. Él la llamaba linda y al instante se ponía rojo.

Pero en este caso fue la chica quién se puso roja.

— Estás roja, como un skittle de fresa.

— ¿Un skittle? ¿Qué es un skittle?

Skittles ❀ l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora