Ataque sorpresa pero esperado

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El miedo retumbaba por el castillo, a pesar de que hubiera pasado un tiempo desde la última batalla, los miembros más importantes de la orden se negaban a que  ciertos miembros volvieran a participar en esta lucha. Entre ellos, la madre de los Weasly, Molly estaba nerviosa y exhausta. Se negaba a que sus hijos volvieran a participar. Aunque Fred hubiera vuelto,  ella sufrió la muerte de su hijo y jamás sería capaz de olvidar aquella punzada en su corazón al haber visto a su hijo muerto. En cambio, Arthur estaba nervioso y aunque pensara igual que su mujer sabía que cuanto más varitas en el castillo y más participantes en la batalla tendrían más oportunidades había de vencer.

Tonks y Lupin estaban en la torre de astronomía agarrándose fuerte y de manera cálida las manos, ellos habían sido los que menos tiempo habían pasado en el castillo, y era razonable porque querían pasar el rato con su recién nacido. Sin embargo, para Harry las cosas fueron raras pero en el buen sentido de la palabra, no es que estuviera incómodos con ellos solamente que no estaba acostumbrado a tener padres, Harry no consideraba que tuviera solamente dos padres, él consideraba a su padrino, Sirius como su tercer padre. Cuando aún estaba vivo ofreció el mismo cariño que un padre hubiera hecho a su propio hijo. 

Hermione disfrutaba enseñando a sus padres el colegio donde había aprendido y convivido con sus amigos a los que ya consideraba familia. Mientras paseaba junto sus padres por el patio principal, se miró el reloj que llevaba en su muñeca derecha. Y suspirando le dijo a sus padres:

-Mama, Papa... ya es hora. Os quiero.- Unas lágrima brotaron de sus bonitos ojos marrones. Tenía miedo de no volver a reencontrarse con sus padres. Instantáneamente se abalanzó sobre el cuerpo de  sus padres dándoles un fuerte abrazo y les susurró con su dulce voz- Os veré pronto.

Las puertas del patio se abrieron, McGonagall apareció con Dobby quien agarraba las manos de la pequeña Matilda. Matilda se soltó un segundo y dio un abrazó a Hermione. Matilda aprovechó para susurrala en el oído:

-Buena suerte...-y rápidamente cambiando de tema, la dijo- Por favor cuida mi hermano te lo suplico no dejes que le pase nada.-Hermione estaba anonada y simplemente la respondió con un dulce sí. 

Minerva y Hermione vieron como Dobby se llevaba a los padres de Hermione y Matilda fuera del campo de batalla.

Todos estaban situados en su posición, y estaban esperando ya al ataque. El reloj dio la hora en punto pero nada sucedió. Los minutos pasaban y pasaban, ¿Pero y el ataque sorpresa? ¿Qué había sucedido?

Charles estaba ansioso, quería luchar, tenía motivos y deseaba hacerlo. Pero cuando vio que nada ocurría decidió salir de su posición, donde vio como Hermione recibía una lechuza. Pudo ver como Hemrione se puso preocupada y corrió, dejando la carta caer de sus mano. Charles sigilosamente se apresuro y cogió la carta, la leyó. No se podía creer lo que leían sus ojos. Sin apenas reflexionar siguió a Hermione fuera del castillo. Ambos salieron del escudo, y cuando aún Charles estaba camuflado vio como la rodeaban dos mortífagos. Charle lanzó un confringo hacia un árbol el cual ayudó a Hermione a escapar.

Los dos estaban en peligro, Charles siguió a Hermione, se adentraron en el Bosque Prohibido, sabían que estaban en peligro porque a pesar de haberse podido escapar podían oír las voces y las pisadas de diferentes mortífagos. Estaban en peligro.

Harry Potter y el retornoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora