Harry Potter y el retorno

Australia

.Hermione se había aparecido en Australia, hacía mucho calor y el dorado sol estaba iluminando aquel paisaje. Estaba en una urbanización donde había muchas casas muy parecidas a las casas que se hallaban en Privet Drive. Hermione paseaba por la zona, leía con mucha atención los buzones de las casas para encontrar a sus padres. Después de que ella caminara unos 5 minutos encontró el buzón donde estaba escrito el apellido “Granger”.

Estaba nerviosa y excitada era una sensación un tanto extraña, decidida ella se dirigió a la puerta y llamó al timbre. Desde la distancia se oían los pasos acercarse a la puerta. Su padre le había abierto la puerta, y dijo:

-En que puedo ayudarla- dijo él sonriendo a aquella muchacha. Ella le sonrió de vuelto, tenía unas ganas de abrazarle pero no podía, contestó formalmente.

-Estaba buscándote a ti y a tu mujer- respondió.

Al poco rato bajó la mujer, y Hermione apuntándoles con la varita pronunció “Finite incantatem”. Poco a poco en las imágenes que estaban enmarcadas en la entrada se movieron mostrando a una tercera figura, Hermione. Los padres al verla se balancearon hacia ella. La estrecharon en sus brazos mientras la comían besos. Se habían acordado de todo.

Estaban contentos, la querida madre de Hermione preparó un plato típico australiano para Hermione. Estaban muy alegres. Pasó el día entero en Australia, pasó la noche en la habitación de invitados, a la mañana siguiente desayunó con sus padres. Les contó todo sobre la batalla en Hogwarts, y más tarde ella se apareció en una zona cercana del colegio. Estaban en un bosque, Hermione lo conocía a la perfección, tras andar unos minutos estaban en el otro lado de la burbuja protectora, pasaron el escudo mágico se hallaban en frente del enorme castillo. Eran los primeros Muggles en entrar en Hogwarts.