El destello verde

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Los altos árboles del Bosque Prohibido parecía que tocaban el cielo y que, con sus ramas, cuales brazos escondían el interior del bosque al cielo, haciendo que únicamente se pudiese ver pocas partes del cielo entre los huecos de las ramas. El viento que caminaba por dentro era gélido, produciendo cosquilleos por todo el cuerpo, apartaba de su camino las hojas.

Bellatrix Lestrange, la mortífaga más fiel del Señor Oscuro, llevaba un vestido negro con un corsé, parte de su sucio descuidado pelo rizado tapaba parte de su cara, escondiendo uno de sus ojos oscuros, empuñaba su varita y apuntando a Hermione agitó su varita mientras esbozaba una cruel sonrisa al pronunciar esas dos palabras letales que todo mago conocía y temía:

"Avada Kedavra"

De la varita salió un rayo verde, un color que iluminó la pálida cara de Bellatrix mientras, su pelo sucio, marrón y rizado se vio verde por un breve instante. Su ojo se convirtió durante un breve instante en un color verde oscuro. El ruido de la maldición imperdonable sonaba como un eco por todo el Bosque Prohibido, iluminándolo por dentro. Aves mágicas que posaban tranquilas por los árboles, salieron volando asustadas por el ruido del encantamiento. Los dientes podridos y marrones se veían perfectamente, a pesar de la distancia, como si estuviese a punto de echar una carcajada, disfrutaba matando, aún disfrutaba más si sabía que esa muerte iba a causar un gran dolor. Su gran maldad provenía de su gran pasión infligir dolor en los demás, para ella era excitante el ver como sus víctimas se ponían de rodillas, reclamando clemencia y pidiendo que les dejasen ir. Ella no tenía fama por matar a la primera de cambio, le gustaba jugar con sus víctimas, Hermione era la primera a la que la arrebataba su vida, sin haberla hecho sufrir antes de invocar esa maldición imperdonable.

Ella era consciente de ello, pero la odiaba con todas sus fuerzas desde que escapó de sus garras en la mansión Malfoy. Para ella era suficiente placer ver la cara de miedo de Hermione al verla, la analizó con gran detenimiento, aunque solo fuese por un breve instante antes de matarla. Saboreaba el miedo de Hermione, pudo ver como su brazo fue a tocarse aquellas palabras que escribió en su piel cuando la torturaba. Aunque, la cicatriz ya no estuviese ahí gracias a Lily, era como si a Hermione se le hubiese grabado por debajo de la piel. La palabra sangre sucia volaba por su mente, mientas recordaba los gritos de Hermione, y las patadas que daba contra el suelo mientras que jugaba con ella, como trataba de forcejear con ella, y como lágrimas de dolor brotaban de sus marrones ojos. Todo ello le alimentaba de una perversa felicidad y le llenaba por dentro.

Mientras tanto, el rayo verde se dirigía hacia Hermione, a una velocidad que imposibilitaba esquivarlo. De repente de la varita de Charles, se levantó apuntando a ese rayo verde, mientras que sus ojos se transformaban en otros, en uno de color azul y murmuró: Finite-. Una onda expansiva que empujó a todos con una gran fuerza al chocar con el rayo verde, hizo que explotara el frasco con polvo peruano haciendo que todo se volviese negro y negro oscuro. Mientras tanto se oyó un profundo, grito agudo y ensordecedor de la malvada bruja. Nadie entendía que había pasado.

Charles, aprovechó y cogiendo a Hermione se apareció en lo que el llamaba su refugio a las afueras de Londres.

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⏰ Última actualización: Jun 10, 2020 ⏰

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