Encuentro

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/Izi/

Hay gritos, tierra y olor a sangre, puedo sentir los empujones de las personas mientras intentan alejarse del demonio. Puedo verme corriendo, como intento llegar a ese titán con todas mis fuerzas pero las personas me empujan.

-Sobrevive.

Sé que debo alcanzarlo, si no logro alcanzar al titán estoy perdida, pero las personas tiran provocandome dolor y tristeza, intento gritar para llamar la atención de Eren pero mi voz no sale.

Estoy aquí.

Quiero gritar pero mi boca no deja que escape un sonido. Las personas se aglomeran a mi alrededor y logran levantar mis pies.

Ayuda.

Me arrastran con demasiada facilidad mientras sigo peleando por pasar sobre ellos. Una sombra pasa por sobre mí y reconozco las alas en la capa.

Espera...

Estiro la mano pero él no se voltea.

Por favor, espera.

Llevo mis manos a la garganta y la desgarro intentando sacar un susurro, y cuando mis uñas me abren la piel suelto un quejido.

-¡Levi!

Abro los ojos asustada y me siento en la cama con el corazón acelerado, el pelo se me cae por la cara igual que las lágrimas. Levanto la vista y no reconozco el lugar en el que estoy, no es la habitación en la casa de Zeke.

La luz del sol entra por la ventana que hay a un lado de la enorme cama. Se oyen pájaros cantar y por el vidrio puedo ver el cielo de la mañana.

-Estás a salvo.

Me levanto de la cama y voy hasta la puerta la que se abre con mucha facilidad y casi quiero llorar por eso.

No tiene seguro.

Los pies se me enredan cuando salgo de forma violenta por la puerta, termino en el suelo soltando un quejido de dolor. Abro los ojos y entonces puedo ver el pequeño frasco con flores y té negro en mi cuello.

-Te tengo.

Mi mano tiembla cuando lo tomo entre mis dedos, un sollozo se me escapa de la garganta y las lágrimas me nublan la vista.

Volví.

Me levanto rápido y camino por el lugar sin ver a nadie, la casa está limpia y ordenada, y de forma estúpida mi corazón se acelera al reconocer está forma de limpieza. La casa huele a manzanilla y té.

Apenas puedo respirar cuando un silbido conocido se hace presente. La manilla de la puerta principal tiembla en mis manos y no puedo controlar mi corazón cuando la abro dejando que la luz del sol me ciegue.

*Tranquilo-su voz llega antes que su imagen, porque a mis ojos le toma tiempo enfocarlo.

Él lleva una camisa clara junto a unos pantalones simples, se ve relajado y los sentimientos agobian mi corazón.

Su rostro está fijo en Ezra, sus ojos brillan mientras sus manos acarician al animal. Al ver a Levi parece que han pasado siglos desde que no lo veo y al mismo tiempo, se ve igual.

Sus ojos siguen pareciendo amables y dulces, su piel sigue viéndose suave, sus manos siguen siendo firmes.

*Pórtate bien-dice mientras su mano acaricia el cuello de Ezra.

Mis piernas se sienten demasiado tensas, la vista se me nubla por completo y en la garganta siento una piedra que apenas me deja abrir la boca.

El aire de la isla, la visión del verde por todas partes, las flores, la naturaleza, el silencio y la preciosa vista del espacio abierto y colorido me genera una punzada de felicidad y dolor.

Estrellas de medianoche (Levi Ackerman)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora