Estrellas

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/Izi/

El brillo se extiende por el agua y se mueve junto con ella. La brisa es suave y salada, es tan suave como el agua misma que choca con mis pies cada vez que una ola rompe en la orilla.

El final de la falda se moja haciendo que la piel de gallina se extienda a todo mi cuerpo, pero ni eso logra moverme. Mis ojos no quieren perderse un sólo segundo del sol cayendo al agua lentamente mientras en él, los colores del atardecer se mezclan.

*Es un atardecer muy lindo-dice el señor Jeager tras de mí, asiento-te gusta venir a ver el mar.

*Me encanta-confieso-desearía verlo a diario-confieso.

*Pero te ves triste hoy-dice y me sorprendería si él no me hubiera encontrado hace unos minutos llorando.

Cuando Zeke tiene reuniones o se va por mucho tiempo, le pide a sus abuelos que vengan a verme, o vigilarme, depende de quién lo vea. Aun si han pasado años desde la última vez que intenté escapar.

*¿Te sientes mal?-pregunta y casi puedo sonreír ante la idea de un enfermo preguntándome eso.

El abuelo de Zeke tiene algo mental que ellos nunca me han explicado, sólo sé que a veces me trata bien hasta que recuerda de dónde vengo y que soy un demonio. Eso y que la muerte y el arrepentimiento lo hacen perder la cabeza.

Y eso gracias a una de las muchas veces que fue a buscarme, y mientras hablaba recordó algo, que sigo sin comprender, pero que lo hizo perder la cabeza.

*¿Es por Zeke?-pregunta y yo asiento.

*Se ha ido por varios días-susurro y lo escucho reír bajo.

*Tengo entendido que vuelve hoy-avisa feliz.

*Eso si es que vuelve-comento.

*No hables así-regaña y yo guardo silencio-él volverá, siempre lo ha hecho, incluso de la maldita isla-suelta con algo de desprecio-Zeke es fuerte.

El naranjo del cielo comienza a mezclarse con un extraño morado nocturno para dejar la claridad del sol que lleva medio cuerpo en el agua.

*Ese lugar fue una pesadilla para nuestros muchachos-sigue él-escuché que...

Desde que puedo ver el mar, no logro dejar de sorprenderme por su belleza, por la paz que logra transmitir y por lo agradable que parece desde la seguridad de la orilla.

Quisiera poder congelar la imagen.

Tonta Izi

Si se congelara, no podría ver los otros de miles de nuevos colores que aparecen cada vez que vengo.

*Izi-volteo al escuchar que el abuelo me llama-¿escuchaste?

*Sí.

*Bien-felicita-Zeke te enseñó bien-asiento-y hablando de él quiero pedirte algo.

*¿Sí?

*No lo dejes-frunzo el ceño-te volviste muy importante para él.

*Señor Jeager yo vengo de la maldita isla-digo volviendo la vista al frente-¿no sería mejor para él que tuviera a otra persona?

*A mí y a la abuela nos encantaría que fuera otra persona-dice con seriedad y luego suspira-pero Zeke ya hizo su elección-vuelvo a mirarlo.

*¿Qué elección?-pregunto.

*Zeke siempre ha estado solo-dice triste-sus padres lo abandonaron.

Eso lo sé, ya me lo contó Zeke.

*Pero incluso antes de dejarlo atrás, le habían dado la espalda-continua él y me sorprende que dé más detalles-su padre jamás le mostró un poco de cariño y su madre era igual. Zeke fue un niño muy necesitado y ese vacío que le dejaron no ha podido ser llenado nunca. Ni siquiera por nosotros.

Estrellas de medianoche (Levi Ackerman)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora