One Shots +18 (Five Hargreeves) [The Umbrella Academy]

The Penalty

Five tiene 29 con su mentalidad de 58 y ______ 20

Five Hargreeves:

Llegó a casa y veo que está desordenada y muy sucia cosa que no estaba cuando me fui a trabajar. Subo al cuarto y veo a ______ acostada viendo la televisión con envolturas de papas, chocolates y frituras. Me quedo ahí recargado en el marco de la puerta viéndola de manera severa.

- Rayos - dijo ella luego de ver a la puerta y notarme ahí

- ¿Qué mierda es esto? - pregunté mientras caminaba para tomar el control de la televisión

- Yo...

No deje que hablara - ¡Tú nada! Hay una sola regla y es mantener todo ordenado ¿¡por qué carajos no puedes hacerlo!? - comencé a gritar y perder la paciencia

- Perdón - ella agachó la cabeza

- ¡Nada de perdón! - la tomé del rostro con fuerza - Levántate y ponte a ordenar todo lo que hiciste.

Mi molestia era mucha, ella nunca fue desordenada y desde hace dos semanas comenzó con su desastre.

- Si daddy - se levantó y comenzó a recoger la basura

- Y vas a tener un castigo después de que limpies.

- No, papi por favor no - yo negué con la cabeza y me fui a mi oficina

Espere unos diez minutos y ella tocó la puerta de la habitación.

- Pasa - ella entro y se sentó en la silla del frente de mi escritorio

- Daddy yo...- la interrumpi de inmediato

- Nada de Daddy - me levanté y me pase al frente del escritorio recargandome en el y quedándome junto a ella

Note que traía la ropa que le compré hace unos días, una falda cuadriculada azul marino y celeste que le llega unos 10 centímetros más arriba de la rodilla, una camisa blanca y un saco de la misma tela que su falda.

- Bien, levántate - ella obedeció - por ser una bebé tan mala tendrás que chuparme la polla.

- Y-yo...

- De rodillas ya - ordene y ella inmediatamente obedeció - vas a tragarla toda, no me importa si se te desgarra la garganta.

Ella comenzó a desabrochar mi pantalón para luego bajarlo junto a mi ropa interior y dejando al aire mi enorme pene. En el momento en el que lo vio sus ojitos brillaron y luego comenzó a masturbarme un poco.

Luego lamió la punta y el resto para después meterla en su boca. Comencé a jadear pues estaba haciendo un exelente trabajo. Yo tome su cabello al notar que no estaba toda dentro de su boca, y luego comencé a empujar su cabeza más al fondo sintiendo las arcadas. Abrió sus ojos los cuales me miraron y comenzaron a lagrimear, ignore eso y seguí empujándola buscando mi anhelado orgasmo.

- Ah... mierda si - comencé a gemir con mucha más fuerza, cerré los ojos y sentí como me relajé

Ella saco mi pene de su boca dejando un "pop" en el mismo instante.

- Bien echo muñeca - ella se levantó y yo comencé a desabotonar su camisa

- Daddy - me miraba con una ternura que no pude evitar besarla

- Calma cariño - terminé de desabotonar su camisa viendo un brasier blanco precioso

La tomé entre mis manos y la subi a mi regazo, metí mi mano entre su falda y no llevaba nada. Sabe a lo que viene. Sin avisar metí mi pene por completo en ella. Ella gimió con fuerza y arqueo su espalda a la misma vez. Sus saltos hacían que me sintiera vivo, era tan perfecta sus poses, su mirada tímida y sus expresiones de placer al estar sobre mi.

Sujete su cintura masajeandola, ella pegó su rostro a mi cuello y dejo beso húmedos queriendo darme el mayor placer posible. Es mi turno de gozar.

Mi idea es no permitir que se corra, comencé a sentir su vagina palpitar por dentro, escuchaba sus forzados gemidos pegados a mi cuello. Su garganta quería desgarrarse de la fuerza de sus gemidos.

Tome su cuello con fuerza acercando su rostro a mi boca — No te correrás — me vio con ese rostro sumiso, suplicando por dejarla sentir el placer que le correspondía — recuerda que estás castigada.

— Daddy — puse mi índice sobre sus labios

— No lo harás, hoy te corresponde complacerme solo a mi — bese sus labios, puse mis manos en cada uno de sus pechos respectivamente

Ella comenzó a masajear mi pecho por sobre mi camisa.

Sabía que ya se correría y estaba aguantando todo lo que le era posible pero, no era suficiente.

Me di vuelta dejándola a ella con la espalda en el sofá y yo sobre ella, comencé a embestirla con fuerza. Se había quedado sin voz de tanto gritar.

— Papi… — se escucha a ese diminuto susurro

— Disfruta, cariño — tomo mi rostro y me beso ferozmente, no detuve mis embestidas de echo aumente la fuerza y velocidad

Ambos nos corrimos al mismo tiempo, salí de ella y me senté, ella se arrodilló aún en el sillón y comenzó a mamarmela de nuevo. Y mierda que bien se sentía.