ᴇsᴛᴏ ᴇs ᴀᴍᴏʀ? ♡𝙳𝚘𝚞𝚖𝚊 𝚡 𝚂𝚑𝚒𝚗𝚘𝚋𝚞♡

cap 35 Placer {Mejorado}

Shinobu estaba a punto de comer al mujer, pero Douma intervino, haciendo que Shinobu lo mordiera a él.
Douma miró al hombre: él estaba asustado. La verdad, no le importó. Le importaba su bella mariposa.

Douma: Vamos, cariño.
-La agarra con más fuerza.-
No quiero que vayas al infierno. Bueno, estaríamos juntos, pero quiero que estés con tu hermana.
-La abraza para que se tranquilice, pero no sirve de nada.-
Bueno, no quiero que mueras, pero en serio no quiero que vayas a ese horrible lugar.
-Les ordena a unos de sus demonios que se lleven al joven a un hospital, ya que huele mucho a sangre.-
Amor, tranquilízate.

Shinobu se volvió una loca, lo rasguñaba y se quejaba mucho, hasta lo pateaba.
Él la abrazó con fuerza, pero ella lo mordió.

Douma:Cariño, no te pongas así.
-La lleva a la casa y se dirige a la cocina. Con una mano la tenía agarrada y con la otra buscaba sangre o algo para que comiera.-
Ya, ya, tranquila, te daré de comer.

Shinobu seguía gritando y forzando, pero era inútil. Aún él le ganaba en fuerza.
Douma la miró y besó su cabeza, pero recibió un rasguño de parte de ella.

Douma: A ver.
-Agarra su bello rostro para que abra la boca. Ella la abrió y le dio sangre; también le metió comida y la hizo masticar. Él la miraba de una forma tierna. Solo se enojó porque tenía hambre. Besó su mejilla.-
Ya, ya, ¿quieres más?
-Vio que Shinobu decía sí con la cabeza, así que le dio más, sonriendo. Era como un bebé, tenía que darle de comer. La acarició mientras con su otra mano le daba de comer.-
Ya casi se acaba, mira.
-Le enseña el plato de comida que tenía un poco de sangre. Shinobu hizo berrinche. Él rió, la sentó en la silla e hizo más comida. Le puso solo un poco de sangre.-
Al parecer tu apetito aumentó, cariño.
-Le da el plato de comida y ella lo comió rápidamente mientras él sonríe.-
¿Te gusta?
-Solo lo miró.-
Lo hice con todo mi amor, especialmente para ti\~ <3

Después de un rato, Shinobu volvió a la normalidad. Estaba llena.
Miró los platos: eran seis. Tocó su panza, luego lo miró. Él sonrió y rió gentilmente.

Douma:Al parecer alguien ya se llenó.
-Acaricia la cabeza de ella.-
¿Ya estás mejor?

Shinobu no podía hablar por lo llena que estaba. Solo dijo sí con la cabeza.
Él besó su frente.

Shinobu se levantó lentamente y lo miró.

Shinobu: Gracias.
-Douma la miró algo confundido.-

Douma:¿Gracias de qué, amor? Solo te di de comer. No me agradezcas.
-Sonríe.-

Shinobu: No... Gracias...
-Suspira.-
Si no fuera por ti, ese hombre estaría muerto gracias a mí.
Aunque fui un demonio, pude escucharte. Agradezco que no me dejes comer carne humana.
-Suspira y se limpia la sangre.-
... Aunque me diste sangre.

Douma: De nada.
-La abraza.-

Los dos se miraron fijamente con un leve sonrojo.

Shinobu suspiró y lo besó, lo cual lo sorprendió. Su corazón latía rápidamente.
Después, le correspondió.

Ella lo seguía besando.
¿No puede ser? ¿Por fin lo aceptó?
Al parecer sí.

Él la agarra de la cintura, mientras ella puso sus manos en su cuello.

Douma estaba en el paraíso. Su frágil y linda mariposa lo aceptó, por fin.

Ella se separó del beso lentamente y lo miró. Pero los dos querían más.

Douma: Shinobu, yo...

Shinobu:Hazlo... Soy tu prometida, ¿no?
-Lo mira.-

Douma no podía creer lo que decía, así que agarró un cuchillo y se cortó el brazo.

Shinobu: ¿¡Qué te pasa!!?

Douma se sorprendió y rió para luego besarla apasionadamente.

Douma:Quería ver si esto era real.
-La sigue besando.-

⚠️🔞 Advertencia: Contenido +18. Escena íntima. Si no te gusta este tipo de contenido, puedes esperar al siguiente capítulo 💜

Douma la tomó en brazos con delicadeza, como si llevara algo precioso, y caminó hacia el cuarto. Su sonrisa no desaparecía, mientras ella, completamente sonrojada, ocultaba el rostro en su pecho.

La recostó con suavidad sobre la cama, como si fuera de cristal, y comenzó a desvestirla lentamente. Cada prenda que caía era acompañada de un beso cálido en su piel. Sus caricias eran cuidadosas, como si quisiera memorizar cada rincón de su cuerpo.

Shinobu suspiraba, entre nerviosa y deseosa. Nunca lo había visto tan entregado, tan paciente. Douma no dejaba de admirarla, cada parte de ella le parecía perfecta, como una escultura hecha por los mismos dioses.

Se inclinó sobre su pecho y lo besó con ternura, primero con timidez, luego con más pasión. Jugaba entre caricias y suspiros, dejando marcas suaves de su amor. Shinobu se aferraba a él con dulzura, entregándose al momento.

Sus dedos entrelazados, su respiración acelerada, los dos se perdían en ese instante donde solo existían ellos. Cuando él empezó a explorarla más profundamente, ella no pudo evitar gemir, temblorosa, dejándose llevar.

Douma se desvistió y se acercó a su oído.

Douma:Tranquila, amor... soy todo tuyo -le susurró con una sonrisa traviesa mientras acariciaba su mejilla.

Ella, con las mejillas encendidas, rodeó su cintura con las piernas y lo atrajo hacia sí. Él comprendió el mensaje y la miró con ternura.

Douma:¿Estás segura? -preguntó, aún conteniendo su deseo.

Shinobu:Hazlo... soy tu prometida, ¿recuerdas? -respondió ella, rozando sus labios con los suyos.

Douma no necesitó más. Se unió a ella con suavidad, moviéndose con calma, prestando atención a cada gesto, cada sonido. Shinobu lo abrazó fuerte, dejando que su cuerpo hablara por ella. Él besó su cuello, sus hombros, y continuó amándola, con pasión y respeto.

Los suspiros y gemidos se mezclaban con los latidos de sus corazones. No se trataba solo de deseo, sino de amor contenido durante demasiado tiempo. Cada movimiento era una confesión silenciosa, una promesa no dicha.

Pasaron horas envueltos en caricias, besos y entrega mutua. Cuando al fin descansaron, Douma la abrazó con cuidado y acarició su cabello.

Douma:Mi pequeña reina... -susurró con ternura, besando su frente-. Descansa, yo cuidaré de ti...

Shinobu, agotada pero feliz, se acurrucó en su pecho y cerró los ojos, dejando que el calor de su cuerpo la arrullara hasta quedarse dormida.