cap 25 Después del Placer, los Celos {Mejorado}

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Shinobu dormía plácidamente, acurrucada contra el pecho de Douma. Él, despierto, observaba el anochecer a través de la ventana con una sonrisa tranquila. Besó con cariño la frente de su mariposa, acariciando su cálida y suave piel. Se sentía en paz, como si estuviera viviendo un hermoso sueño...

Pero esa calma se vio interrumpida por dos presencias indeseadas.

-Señorita Shinobu... -dijo Jiyu tímidamente desde la puerta- Estuvimos escuchando sus gritos. ¿Está bien?

Sus ojos se posaron en Douma, quien estaba completamente desnudo en la cama. Jiyu chilló, tapándose el rostro con ambas manos, roja como un tomate.

-¡Ahhh! ¡Yo no vi nada, señor! ¡Lo juro!

Douma, imperturbable, suspiró.

-Entiendo... puedes retirarte. Luego vendrás a limpiar la habitación de mi mariposa.

Sus ojos se desviaron hacia una sombra tras Jiyu.

-¡Hana, sé que estás ahí! ¡Después hablaré contigo!

-S-sí, mi señor... -respondió Jiyu, saliendo rápidamente, mientras lanzaba una mirada nerviosa a su compañera.

Pasó un rato, y Shinobu comenzó a despertar. Al abrir los ojos, lo primero que vio fue a Douma... demasiado sonriente, casi ridículamente alegre. Sin poder evitarlo, él la besó tiernamente.

-¡Buenos días, amor! -dijo con voz melosa, besándola otra vez- Mmm\~ ¿Cómo dormiste?

-E-eh... bien. -lo miró confundida- Estás raro... muy cariñoso. Más de lo normal.

-Ohh, amor... -rió con dulzura mientras le besaba la mano- Estoy tan feliz de que seas mi mujer. Quería esperar hasta nuestra luna de miel, pero... bueno, ya no importa.

Se colocó encima de ella, mirándola con mezcla de deseo y ternura.

-¿Lista para hacerlo de nuevo? Eso solo fue el calentamiento, cariño.

Comenzó a tirar de la sábana que la cubría.

-¡¿Estás loco o qué?! ¡Me duele todo! ¡Siento que no puedo caminar!

-Oh vaya\~\~ te dejé sin cadenas, mi amor\~ -se excitó de nuevo al escucharla- Tranquila, yo te cuidaré. ¡ES MÁS!

Hizo sonar una campanita.

-¿¡Es más qué...!?

-Ya verás, cariño\~ -respondió misteriosamente.

Jiyu apareció en la puerta.

-¡Tú! -le gritó Douma- ¡Ve por una silla de ruedas! ¡Mi bella mariposa la necesitará pronto!

Shinobu le dio una cachetada.

-¡Por lo menos dile "por favor"!

-Ah... ¡Está bien! -gruñó- Por favor, tráeme una silla de ruedas... la más elegante que encuentres para mi mariposa.

-Sí, señor. -respondió Jiyu con una sonrisa traviesa antes de salir rápidamente.

Douma volvió su atención a Shinobu.

-Mmm\~ espera, amor... -le sostuvo el mentón con suavidad- Acabas de decir que le diga "por favor", pero no me dijiste que no... eso significa que todavía tienes ganas\~

-¡N-no! ¡La necesito porque no me puedo mover!

-Vamos, cariño... sé que lo disfrutaste\~ -susurró al besarle el cuello.

-¡No! ¡Y aléjate!

-Bien, bien... Pero al menos déjame verte un rato -le quitó la sábana y la contempló con deseo-. Mmm\~ o mejor... déjame tocarte.

-¡Douma, ya basta! -se cubrió rápidamente con una almohada-

-Amor, no seas así con tu macho... necesita vaciarse, y tú eres la única que puede\~ -sus manos se deslizaron por sus piernas.

-¡Maldito pervertido! -le lanzó una patada directa a su entrepierna- ¡No me toques!

Douma se hizo bolita, gimiendo de dolor.

-Vaya... qué fuerza, cariño... -jadeó, retorciéndose- Pero no importa... -sonrió, aún desde el suelo- Está bien, te daré... mmm, una semana. O antes, si cambias de opinión.

-Douma... ¿me traes comida? Estoy hambrienta.

-Por supuesto, amor. -se levantó, comenzando a vestirse- Mmm... mejor te pongo algo de ropa primero. Te ves hermosa, y no quiero que nadie más te vea así.

-Tch... Estamos solos, pero... es verdad. No me gusta estar tan expuesta.

Douma la cargó con cuidado, buscó su ropa y le puso un hermoso kimono morado con blanco. Shinobu se veía radiante.

-Veamos qué hay para ti, cariño... -salió de la habitación.

Un rato después, Jiyu volvió con la silla de ruedas. Ayudó a Shinobu a sentarse, y juntas se dirigieron a la cocina, charlando animadamente. Pero, de repente, Jiyu se detuvo.

-¿Qué ocurre...?

Shinobu levantó la mirada... y se quedó helada.

La cocina estaba iluminada por la tenue luz del sol, y frente a ellas...

Hana estaba besando a Douma.

Y lo más devastador no fue el beso... sino que él no la estaba apartando

Una brisa fría recorrió el cuerpo de Shinobu, haciendo que su corazón se encogiera.

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ᴇsᴛᴏ ᴇs ᴀᴍᴏʀ? ♡𝙳𝚘𝚞𝚖𝚊 𝚡 𝚂𝚑𝚒𝚗𝚘𝚋𝚞♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora