Aquino...

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Desesperación era lo único que se podía percibir en aquel lugar, la lluvia no paraba y la única luz percibible eran las del hospital Duxo se sostenía la cabeza con una mano jalando levemente su cabello mientras su pierna temblaba por la ansiedad no podía pensar bien, en el hospital solo se escuchaba gente hablando o llorando mientras los doctores y enfermeras corrían por todos lados, no se podía concentrar bien su cabeza daba vueltas, se sentía fatal, y muy fuera de lugar, ¿En que momento pasó todo esto? Escuchó pasos apresurados y unas voces familiares que gritaban su nombre levantó la cabeza para ver a sus tres amigos corriendo en su dirección “Duxo! Qué pasó aquí?!” dijo Locochón corriendo hacia él y sosteniendo sus hombros buscando su mirada, Duxo estaba perdido en su mundo pero en el momento en el que los vió lágrimas brotaron de sus ojos como una cascada y sin la más mínima expresión facial sacudió la cabeza diciendo “No lo se… No se que está pasando, no me dejan verlo, necesito verlo…” Estaban confundidos, no podían entender lo que pasaba, hace menos de una hora Duxo los había llamado diciendo que tenían que ir al hospital rápido, querían saber qué estaba pasando pero no lograban entender una sola palabra, “A qué te refieres con es-” hablo Cejo siendo interrumpido por una enfermera que salió de la habitación de Aquino ”Ustedes son los allegados de Diego Aquino, correcto?” dijo viéndoles por un momento intentando verificar que sean las personas que le han visitado “Si! Somos nosotros, ¿Él está bien? ¿Qué le pasó?” Dijo Duxo en el momento en el que notó la presencia de la mujer levantándose de su lugar en frente de ella mientras los demás solo voltearon a mirar escuchando atentamente la señorita bajó su cabeza levemente “Cuando el paciente llegó al hospital llegó con un trauma cerebral crítico y ese trauma está empeorando, los doctores hacen todo lo que pueden pero las opciones se están agotando… Se agotan las posibilidades de que viva, su condición es de vida o muerte en este momento” en cuanto la enfermera terminó de hablar y levantó la mirada esperando gritos o insultos vio como los cuatro estaban inmóviles, sus cuerpos pálidos como si hubieran visto un fantasma “Se encuentran bien? Si lo desean puedo dejar que hablen con alguno de los médicos o-” la chica fue interrumpida por Tommy “No es necesario. Gracias por la información señorita” este sostuvo a Duxo con uno de sus brazos mientras le dio una amable sonrisa a la enfermera la cual entendió el mensaje y se retiró del lugar, por más ruido que había en el hospital los cuatro podían sentir el silencio sepulcral del lugar “Aquino no puede morir.” dijo Duxo con su mirada baja, pero en su voz se escuchaban claramente las lágrimas que estaba tratando de callar “Aquino no va a morir Duxo, los doctores hacen lo que pueden, él va a estar bien” dijo Tommy acariciando suavemente su cabeza intentando  calmar la situación.

Horas y horas pasaron, el ambiente era pesado Locochón estaba llorando, cediendo ante sus sentimientos y la incertidumbre del qué será, ya ninguno de los cuatro estaba en personaje, ninguno tenía los ánimos o las fuerzas como para seguir intentando ser positivos por los demás, ninguno de ellos podía controlar sus emociones en ese momento así que solo estaban separados y en silencio cada uno en su propio mundo sin interactuar con los otros, Locochón estaba siendo consumido por la desesperación, Cejo se sentía frustrado por no poder hacer nada y solo caminaba en círculos, Tommy se sentía culpable por todo lo ocurrido, no podía pensar en nada más que solo culparse mientras su cabeza daba vueltas en un ciclo infinito de culpa, y Duxo simplemente estaba asustado, nada de lo que estaba pasando lo alegraba, ninguno de los comentarios de las enfermeras y mucho menos las largas esperas lo tranquilizaba en lo absoluto, se sentía perdido en sus pensamientos mientras solo podía preguntarse el “que va a pasar ahora?”

El tiempo pasó… Y finalmente dieron la cara los doctores de Aquino, uno de ellos en frente de los demás dando la cara por todos, Duxo se levantó de inmediato y se quedó quieto cara a cara con el doctor con una expresión de preocupación pero a su vez una expresión de alivio y esperanza, sus demás amigos solo se quedaron detrás de él y Locochón puso su mano en el hombro de Duxo como intento de relajar los impulsos mezclados que parecía tener, “Que paso? Está bien? Podemos verlo?” Pregunto frenético moviendo sus manos ansiosamente con la respiración agitada, necesitaba ver a Aquino lo más pronto posible…

Que lastima que no sería de la misma manera “Señor Duxo, el paciente sufrió de una muerte cerebral, ya no hay nada que podemos hacer por él…” dijo el doctor de una manera directa y calmada bajando la cabeza en demostración de condolencia y culpa “Intentamos todo lo posible pero el paciente ya fue declarado como muerto”

Un silencio mortificante inundó el lugar Duxo solo podía mirar el rostro del doctor incrédulo, por primera vez en esa semana su cabeza estuvo en silencio, Tommy estaba intentando consolar a Cejo que estaba perdiendo su tranquilidad siendo reemplazada por un ataque de ansiedad mientras él lagrimeaba de dolor también, Locochón estaba gritando cosas que Duxo no lograba escuchar, estaba llorando y reclamando a los doctores quien sabe que, mientras él solo se quedó inmóvil bajando su cabeza lentamente, su cabeza comenzó a reproducir los ruidos de su alrededor de nuevo pero cada vez más fuertes e insoportables se cubrió las orejas intentando callar los ruidos externos pero sus pensamientos volvieron “No puede ser cierto” su cara era cada vez más pálida, su cuerpo se volvió frío en cuestión de segundos, no paraba de temblar “No es cierto” se repetía a sí mismo una y otra y otra vez, no quería creer que la persona más importante de su vida se había ido, no podía creerlo se negaba a creer que su mejor amigo estaba muerto, se negaba a creer que había perdido a su hermano del alma.

No era cierto para él, y no quería creerlo

O al menos así fue hasta que llegó la despedida, estaba al frente de su mejor amigo pero está vez no respiraba, no se movía, no había ningún color en su piel más allá del blanco su cabeza daba vueltas, quería vomitar, quería gritar, quería volver en el tiempo y evitar todo esto, pero solo podía quedarse viendo un saco de carne muerta, ese no era su mejor amigo, ya no lo era, ya no estaba ahí, lágrimas rodaban por su rostro sin parar, un choque de realidad invadió su cabeza Aquino estaba muerto, ya no había nada que hacer por él.

Sostuvo su mano fuertemente con la esperanza de que Aquino la moviera una vez más, su pecho subía y bajaba rápidamente sin patrón alguno, cayó en sus rodillas sosteniendo la mano de su amigo reposando su frente en ella mientras rompía en llanto, no quería soltarlo, no quería dejarlo ir, era lo único que le quedaba, el valor más preciado de su vida, no podía dejarlo ir.

Pero ya era demasiado tarde…

“Pronto iré contigo de nuevo Aquino”

“Te lo prometo”



1221 palabras

Muchas gracias por el apoyo que ha recibido está historia, lo aprecio demasiado, muchas gracias por la paciencia que me tuvieron al actualizar esto, me hace muy feliz saber que a muchos les ha gustado está pequeñita historia (⁠。⁠・⁠ω⁠・⁠。⁠)⁠ノ⁠♡

(Aún falta el epílogo :³)

~Skylar ★

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⏰ Última actualización: Oct 10 ⏰

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