Let Me Love You - [CLOSED]

hanknow: "trabajo"

✯ minúsculas intencionales.
✯ jisung & minho.
✯ sex toys.
✯ boypussy (minho)
✯ vaginal sex.
✯ pussy licking/fingering.
✯ jisung 25 pelinegro, minho 20 castaño.

- lee, el jefe te busca. -avisó changbin, compañero de trabajo del mencionado.

- ¿el jefe? -preguntó extrañado.

- sí, el señor han. ¿quién más?

dió un asentimiento y comenzó a caminar al despacho del nombrado anteriormente.

mentiría si dijera que no estaba nervioso, tenía una pizca de miedo.

miedo por si su jefe lo iba a despedir, o si le iba a dar trabajo difícil, o hasta si lo castigaría como ya lo había hecho en dos ocasiones, cuando se equivocaba con los papeleos o hacía algo mal.

su primer castigo se dió por una manera algo rara, pero con su consentimiento, y extrañamente le gustó, y aceptaba los 'castigos' completamente sumiso.

el señor han tenía cierto favoritismo por uno de sus empleados.

tres toques a la puerta, y han sabía perfectamente quién era.

- pase. -escuchó y lee abrió la puerta temeroso.- así que ya estás aquí, tres minutos y treinta segundos. -pronunció observando el reloj en su muñeca derecha.

- ¿q-qué se le ofrece, señor? -con pasos cautelosos se acercó a su escritorio.

y ahí estaba otra vez, esa imagen de han que volvía loco a lee. piernas abiertas, recostado en su silla, con sus lentes puestos y sus manos juntas.

- no hace falta que lo diga, lee. tú sabes bien por qué estás aquí, ¿o no?

- eh... ¿porque cometí un error? -murmuró cabizbajo, recordando cuando le dió los papeles equivocados a un hombre de puesto superior al de él.

- ¡exacto! vas mejorando, ¿sabes qué es lo que pasa cuando cometes un error?

- recibo un castigo.

- muy bien. ven aquí. -ordenó el mayor, palmeando su regazo para que el castaño se siente sobre él.- hoy probaremos algo diferente. iremos a otro nivel. -avisó, abriendo un cajón de su mesa de escritorio que contenía vibradores, dildos, pinzas, lubricantes, condones y un anillo para el pene.

Y ahí fue cuando lee se alarmó.

- señor...

- no puedes evitar lo que te espera.

- no, no es eso, yo... -hablaba mientras el mayor dejaba besos por su cuello y a la vez buscaba los botones de su camisa, empezando a desprenderlos un poco, pero sin quitársela.

jadeos y pequeños gemidos inevitables comenzaban a escapar de minho a medida que el moreno succionaba la lechosa piel de su cuello, dejando posibles marcas moradas y rojas con sus dientes, a la vez que apretaba ligeramente sus pezones.