Let Me Love You - [CLOSED]

HanKnow: "Shut The F*ck Up"

♡ Han Jisung & Lee Minho.
♡ Blowjob.
♡ Rough sex.
♡ Minho 22 castaño, Jisung 21 rubio.

[...]

Jisung se hartó de soportar a su compañero, ¿Qué mejor que darle una lección después de llegar a su límite por un rumor?

[...]

Ese iba a ser un día bastante aburrido si no fuera por una persona que caminaba por toda la institución, difundiendo la noticia de que "Han le entregó el culo al profesor de arte para aprobar" .

Era una total mentira.

Todos en ese internado sabían que Han era un chico bastante lindo y que le llovían los pretendientes, más que nada por su cuerpo, el cual también era envidiado por muchas chicas. Y por eso, Lee se encargaba de molestarlo.

Nadie ahí sabía que el profesor Hwang era su padrastro, pero no aprobó por eso.

Y, Lee Minho, como el más arrogante y popular de ese lugar, decía y hacía lo que quería sin límites.

Pero como toda persona tenía un límite, Han Jisung tenía uno, y ese mismo día fue cuando explotó.

[...]

Jisung caminaba por los pasillos del lugar, veía con odio las risas de las personas que lo observaba pasar frente a ellos.

En su mente su único objetivo era encontrar a una persona, pues claro que se había enterado, se lo dijo el hermano de Lee, y en esos momentos fue cuando lo encontró.

Minho estaba riendo con sus amigos, seguramente de él, y decidió encararlo.

— ¿Quién mierda te crees que eres? —Interrumpió, callando a todas las personas presentes.

— Um... No lo sé, tal vez alguien mejor que tú, y que no se acuesta con un profesor por un promedio. —Respondió haciendo que su grupo estalle en risas.

Si esa situación fuera un dibujo animado por las orejas de Jisung estaría saliendo humo.

— Sabes bien que eso es mentira, pedazo de hijo de puta. ¿Por qué lo haces, ah? ¿Necesitas tanta atención como para inventar rumores falsos?

— No necesito atención, ya la tengo, y tú te estás comportando como una persona que sí la busca.

— Ya me harté de repetirlo, te voy a dar una buena razón para crear rumores.

Sin decir más sujetó su muñeca y con fuerza lo obligó a ir tras él. Los espectadores en ese momento se quedaron quietos observando como Minho se quejaba y luchaba por soltarse de su agarre, fallando totalmente.

Llegaron a la habitación de Han, entraron y bruscamente lo tiró a su cama, Lee se quejó observando su muñeca y lo miró.

— ¿Qué es lo que ganas diciendo estas cosas? —Preguntó Jisung aún de pie.

— Que tu querida reputación baje, y caiga hasta lo más bajo que hay. ¿No es obvio? Te deseo, Jisung, hace años te lo quiero decir pero no te das cuenta.

En vez de reaccionar y pensar en sus palabras, le puso el cerrojo a la puerta y comenzó a desprenderse el cinturón, mientras Minho lo miraba con deseo.

— Ven aquí. Esto va ser un mejor tema de conversación en los rumores. —Ordenó una vez se lo quitó, comenzando a bajar su pantalón.

A Minho le causaba curiosidad verlo así de enojado. Por esa razón no se movió cuando se lo ordenaron.

— ¿Qué esperas? Dije que vengas aquí, nadie te salvará de esta.

Al no tener otra respuesta, sujetó con fuerza su cabeza y lo obligó a bajar hasta estar frente a su pelvis.

— Pero-

— Cállate la puta boca. —Agarró su longitud y la posó en sus labios.

Si Han hubiera estado más atento, de seguro que habría visto la cara de Lee cuando vió su pene.

Sin decir más, obedeció, comenzando a lamer la punta para torturar un poco al menor.

De verdad se veía tan sexy para sus ojos.

— Vamos, hazlo de una maldita vez. —Sujetó su cabeza para obligarlo a tomar su miembro. Sonrió cuando controló las arcadas, en vez de resistirse.— Eso es...

Los ojos de Minho se pusieron llorosos luego de repetir sus movimientos un par de veces más, calentando aún más al rubio.

— Acuéstate en la cama.

Sin reschistar acató la orden, acostándose en la cama del menor, y luego lo sintió sobre él, estaba besando y chupando su cuello, dejando marcas rojas en su níveo cuello.

Al poco tiempo ya ambos estaban desnudos en la cama de Han, besándose con desesperación y necesitando más del otro, todo enojo había quedado atrás al ver el cuerpo que Lee tenía.

Jisung se dió cuenta de que el castaño buscaba con desesperación tocar su miembro, detuvo sus movimientos y lo miró a los ojos.

— Uh, uh, no toques al menos que te lo diga.

Bajó con besos lentos por su abdomen, hasta llegar a sus muslos, logrando que Lee se queje al haber saltado su miembro.

— Paciencia, ¿Tanto es tu deseo por mí para desesperarte así?

Besó, chupó y mordió esos muslos que deseó tanto tiempo, y por fin se decidió por tocarlo.

Minho jadeó cuando Jisung hizo contacto con su pene, se estaba volviendo loco por el menor, y lo sabía, desde el primer día supo lo que quería.

Lo besó y sin previo aviso introdució dos dedos con facilidad dentro de él, sacándole gemidos que fueron silenciados en el beso, mientras empezaba a moverlos dentro y fuera, haciendo tijeras para prepararlo.

Cuando lo sintió listo abrió sus piernas lo suficiente y se introdució en él hasta tocar fondo, ambos gimiendo en el acto. Minho puso su mano en el abdomen contrario para darle a entender que no se mueva. A los pocos segundos la separó y Han empezó a embestirlo, poco a poco aumentando la velocidad, hasta el punto de hacer que los resortes de la cama chillen, y Minho también.

— ¡Jisung! ¡Más, por favor, más! ¡Sigue así! ¡Ah!

Sus gemidos eran cada vez más fuertes, pues el causante de ellos estaba penetrándolo con fuerza y rapidez, dando con cada golpe en su punto, Han lo sabía, no podía equivocarse.

Aumentó la fuerza de sus estocadas, si es que eso era posible, y empezó a masturbar a Lee mientras miraba a los ojos llorosos del mayor. Minho se aferraba a las sábanas mientras gemía y sentía como era sobre estimulado, hasta que con un fuerte grito se corrió en la mano de Jisung, y su propio abdomen.

Jisung dio sus últimas embestidas y se corrió en el plano abdomen del mayor, terminando por observar su cuerpo y dejar un beso en sus labios, acariciando sus temblerosos muslos.

[...]

— ¿Oíste el rumor?

— No, ¿Cuál?

— Dicen que cuando Han se llevó a Lee el otro día, Minho se le entregó. Hablan de eso en todos los pasillos, y dicen que por esa razón faltó dos días a clases. ¿Puedes creerlo?

— Es cierto, en los cuartos de al lado los escucharon, Lee suplicaba por más. Al parecer sí que era mentira lo del profesor Hwang.