Let Me Love You - [CLOSED]

MinSung: "Birthday" pt2.

♡ Lee Minho & Han Jisung.
♡ Anal sex.
♡ Masturbation.
♡ Minho 22 castaño, Jisung 22 pelinegro.

Minho no sabía que su novio recibiría tan bien sus regalos, o que estos serían tan especiales para el cumpleañero, ni que éste le pediría muchos más.

Abrió por completo sus piernas temblorosas, para poder recibirlo sin recuperarse de su orgasmo anterior, pero agradecido por el regalo. No todos los días te dan regalos así.

— ¿Seguro? No lo hagas si no quieres. —Habló con suavidad, viendo su estado.

— ...Quiero... quiero montarte.

Esas palabras fueron suficientes para dejarlo más que sorprendido, pero se sentó apoyando su ancha espalda en la pared y cabecera de la cama, esperando por su Jisung.

El mencionado gateó hasta donde estaba Minho y alineó el pene con su ya dilatada entrada.

Lentamente comenzó a bajar sobre él hasta el punto en el que sintió un pequeño bulto en su vientre bajo, vaya que había desperdiciado el tamaño de su novio en estos años.

Minho lo besó esperando a que se acostumbre a su tamaño, y cuando Jisung lo sintió listo comenzó a mover lentamente sus caderas.

Se dijo a sí mismo que iba a -hacer el intento- aguantar su orgasmo hasta que Minho consiga el suyo, no lo veía tan difícil.

Se sostivo de los hombros de Minho y fue aumentando la velocidad al punto en el que daba saltos sobre él, sintiendo ese bulto sobresalir de su vientre en cada estocada.

Gemía y gritaba con cada salto, Minho besaba su pecho y dejaba marcas en sus clavículas, sentía a Jisung temblar algunas veces pero seguía con lo que dijo.

— Ah... M-Min... —Gimió buscando la boca contraria, Minho lo besó mientras Han aún se movía, callando sus gemidos.

— ¿Qué pasa? —Preguntó cuando se separaron.

— N-no creo que aguante m-mucho... ¡Ah! —Se corrió por segunda vez, manchando ambos abdómenes, mientras sus piernas temblaban con brusquedad y su cadera se removía.

Jisung se quedó inmóvil cuando el pene de Minho tocó su maltratada próstata, sentía como si lo hubieran partido en dos.

Minho lo besó para tranquilizarlo, no había llegado aún a su orgasmo pero no se lo reclamaría, Jisung ya se había corrido dos veces.

— N-no te corriste aún... —Murmuró con tristeza por no haberlo dejado tan satisfecho como quería.

— No te preocupes, puedo lidiar con eso solo, no te obligaré. —Volvió a besarlo y acarició su cabeza.— Hoy recibiste muy bien tus regalos.

— Pero... q-quiero algo más...

— ¿Algo más?

— Folla mi boca.

Sonrió encantado con la idea, si eso era lo que quería lo haría.

Jisung con algo de esfuerzo se arrodilló en el la alfombra del piso, aunque Minho decía que no era necesario. El castaño se puso de pie delante de él y acercó su polla a la boca contraria, pasando la punta por sus labios, pidiendo permiso para meterla.

— ¿Listo? —Han respondió abriendo la boca.

Besó la punta y metió todo lo que pudo, ahuecando sus mejillas y chupando todo lo que le era posible antes de que lo folle.

Lee gruñó ante el placer que le estaba dando, suaves gemidos y jadeos escapaban de su boca al ver tan maravillosa escena. Cuando lo vió necesario, sujetó su cabeza para hacer que deje de chupársela e introdució todo lo que pudo.

Sonrió cuando Jisung controló las arcadas.

Poco a poco aumentaba la velocidad, moviendo más rápido su pelvis hasta sentir como su pelvis rozaba la nariz del pelinegro.

Para no caerse se sostuvo de los fuertes muslos de Lee, mientras recibía todo lo que le daba.

Nunca se había sentido tan sumiso. Pero le encantaba.

Con un gruñido, Lee salió de la boca de Jisung para comenzar a masturbarse lo más rápido que podía, hasta que largas tiras de semen cayeron en la boca de su novio, el cual tragó todo agradecido.

El mayor se sentó en el costado de la cama y Han gateó hasta sus piernas, besó sus muslos y lamió un poco de semen restante en su polla.

— Min.. —El mencionado lo miró.— Gracias. Eres el mejor.

— Todo lo que me pediste no estaba en mis planes, pero recibiste todo como un campeón. Eres perfecto. —Acarició una vez más su cabello mientras sonreía orgulloso.

Jisung se sonrojó un poco.

— Ahora caminaré como Bambi recién nacido y me dolerá la garganta por quién sabe cuánto tiemp-

— ¿Fui muy brusco? Lo siento.

— Pero me encantó.

Y así Minho ayudó a Jisung a ir al baño, lo bañó y luego de que él tomara una ducha durmieron abrazados en su cama matrimonial.