14 de julio de 2019

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Días en los que la tristeza invade, en los que no sabemos que hacer, para donde ir.
No sabemos si queremos hablar o queremos callar. Nos sentimos tristes, pero tristes de verdad, de las veces que tenemos ese nudo en la garganta, ese dolor en el pecho que parece no irse más.
Días en los que la alegría nos invade, en los que somos buena energía pura.
Hablamos, vamos y venimos, somos nosotros mismos. Nos sentimos felices, hacemos a un lado los problemas y somos felices de verdad, tanto que la mayoría de las veces nos asombramos.
Días en los que suman de los vividos pero restan de los otros. Somos esto, días en los que somos, días tristes y días felices, pero vividos en fin.
Es necesario tener y superar ambos, es tan necesario estar bien como estar mal.
Pero sobre todo es necesario vivir y aprender de cada uno de ellos.

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