5

529 93 23
                                    

La chica joven mira atrás sobre un hombro. Viendo a Ken parado a varios cuadros sujetando su arco y flecha. Decidido a herirla con tal de proteger al príncipe. —¿A dónde lleva esa mano, dama? Para llegar a él, suponiendo que sabe quién es y cuál es su título, deberá pasar por nuestros cadáveres.

La chica entrecierra los ojos eliminando todo rastro de miedo en su cara para verse maligna. Decidida también a hacer lo posible en llevarse al príncipe. Dirige su cuerpo a Ken. —Destiny, ¡separémonos! — Destiny arranca a correr hacia adelante y la chica brinca a quedar colgada de la ventana con solo una mano, apoyando ambos pies en la pared. Parece una mujer araña.

Abre la ventana y jala al dormido Gulf de la camisa. Inclinando al mismo hacia enfrente.

—¡¿Qué--?! — Ken retrocede varios pasos sin perder de vista a Destiny. El tigre llega a él pegando un rugido increíblemente aterrador para la apariencia tremendamente tierna que porta, y se alza en sus patas traseras amenazando con dejar caer las delanteras.
Por suerte, Tor llega corriendo para colocar a Ken detrás suyo y apunta al cielo con ambas palmas. Ejerce una fuerza interior suficiente para reflejar en el rostro cuánto es el peso de su poder, emana un campo protector verde. Tal los protege. Las patas de Destiny caen sobre esa enorme bola verde e incluso el animal arruga su ceño. Coloca las patas fuera del campo para mirarlos extraño.

—¡Destiny! — Grita la dueña pidiendo a por su mascota.

Al ser llamado, Destiny corre de nuevo hacia su dueña. Se posiciona abajo ella y la misma se deja caer en el cráneo del animal junto a Gulf. Al ambos caer, Gulf despierta. —Auch.— Se toca la cabeza sin abrir los ojos pero sí alzando las rodillas.

—¡Vamónos ahora, Destiny! — Se sienta la dueña una vez más, dando un comando.

El animal corresponde dando un fuerte asentir y huye. Mientras escapan, Tor apaga el campo protector. Voltea hacia Ken.

—Gracias, Tor. — Ken agradece.

—No hay de qué. Vi a los chicos montar a caballo así que los seguirán. Dejemosle el resto a ellos.

—Bien.



🐸

Efectivamente, de uno de los callejones por los que Destiny recién pasa, sale Kao montado en Snowflake. Ambos galopando a toda velocidad. —¡Hya! — Apresura Kao una vez más. El caballo reafirma la cabeza, yendo a una velocidad extrema.

Destiny mira atrás notando al Caballero.

Pero fue un error, al hacerlo, no nota al Caballero Mew que brinca desde el tejado de una casa próxima. Cae justo tras Gulf, en el lomo. La chica respinga sintiendo un peso extra pisar el peludo lomo de Destiny.

—¿Dónde estámos? — Pregunta Gulf sentándose mientras es revisado por Mew. —¿Por qué no dejamos de movernos?

—Tranquilo, todo esto terminará ahora. Te sacaré de aquí. — Promete Mew.

La chica se enoja y tirando del pelaje, los hace doblar a la derecha todo abrupto, haciendo a ambos chicos caer sobre sus costados. Estos se toman de manos para no soltarse ni perderse el uno al otro. Destiny se pone en cuatro gateando al entrar al sumidero negro alejado del reino y la ciudad. Un túnel cuyo pase está prohibido. Es horripilante lo oscuro que su largo es.

Kao detiene a Snowflake frente a ese tunel, posicionando el caballo de lado mientras ambos miran consternados. Respira agitado sin saber qué hacer. Seguir adelante o preguntarles a los reyes qué hay ahí para estar seguro. El caballo adelanta algunas patas y las retrocede hasta permanecer quieto.

𝑈𝑛 𝑃𝑟𝑖́𝑛𝑐𝑖𝑝𝑒 𝐹𝑒𝑜| MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora