Jeon Jungkook.. Mi Elfo Destinado. (4Shot)

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El lago era hermoso, los rayos del sol rebotaban en las claras aguas y de ella salían destellos dorados, como si fueran millones y millones de brillantinas, plantas de zarzamoras dónde las frutas estaban de un color perfecto y maduro, más allá, árboles de naranja y manzanas, un pozo de agua y un hermoso arco de enredadera y flores

— Este lugar es hermoso

— Es nuestro lugar sagrado —conto el—  lo que hizo Tae fue una boda hermosa, pero es así como nosotros nos comprometemos —Pame soltó su mano abruptamente.

— ¿Com...compromiso? —solto sin aliento— Creo que te estás apresurando mucho.

— ¿No quieres pasar una vida conmigo?

— No es eso Jungkook, es solo que... —Jeon la tomo de su cintura.

— Ya te hice mía, el compromiso es... Un mero trámite — la hipnotizó con esos ojos ojos calipsos.

— Que me hicieras el amor no quiere decir que te pertenezco —El elfo mofo con sensualidad.

— ¿En serio? —tomo el cierre de su vestido y lo deslizo con lentitud— Nuestras costumbres son diferentes a las suyas, Mi querida humana —susurro con voz ronca— yo no solo te hice el amor de una manera tradicional— la ropa cayó por sus piernas quedando solo en ropa interior— Al hacerte mía, queda en ti un aura diferente, todo elfo lo nota en ti, nadie se atreverá a mirarte.

— Elfo no, pero humano quizás —quizo provocar el enojo en el.

El musculoso de torso desnudo la tomo sobre sus brazos, amaba tomarla así, pues sus piernas automáticamente se enrollaban en el, aprisionando su intimidad con la de ella.

— Nunca volverás, te haré gemir y disfrutar tanto que no podrás, no tendrás las fuerzas de alejarte de mi — camino con ella hasta el agua.

Apenas se introdujeron, estás comenzaron a vahear, estaba tibia,
Exquisitamente terperada, añadiendo calor a sus cuerpos.

Pam podía sentir ambos miembros cercanos a su intimidad, rodando su clítoris tan perfecto que solo quería volver a ser penetrada.

Comenzó un beso erótico, deseoso, un beso que demandaba más, los cabellos de ambos, flotaban en las termales, uno canoso y el otro cobrizo.

La chica levanto si cabeza, dejando libre acceso a su cuello para que el elfo hiciera con el lo que estimara conveniente.

Como si tuvieran vida propia, los glandes se acomodaron una vez más en sus entradas, desesperando a la muchacha que era todo gemidos.

Jeon se separó centímetros de ella, buscando su mirada, una sonrisa ladina salió de sus labios que erizo la piel completa de pies a cabeza.

— No guardes tus gemidos, amor —beso su mejilla quijada, nariz y comió su boca.

Cuando menos se lo espero entro en ella, sin ningún dolor, el agua caliente había sobrestimulado sus agujeros y solo sintió como la llenaba, placer y ansiedad a qué entrase más.

Sus caderas hacían movimientos perfectos, movimientos que la llevaban a la locura, su garganta quemaba de los chillidos, sus ojos lagrimeaban de pasión, y el primer orgasmo se hizo presente haciéndola temblar.

— No te detengas —chillo— Te lo ruego.

— No sabes lo que te tengo preparado, Preciosa.

Las manos en su cadera la alejaron de su cuerpo, la dejo vacía pero solo por tres segundo, los suficientes para cambiar de pocision.

Giro su cuerpo, pegando su espalda con su pecho, levanto un poco y volvió a entrar sin rasocinio, profundo, desesperado.

Las burbujas flotaban por los movimientos y choques de sus cuerpos, sus cuerpos resbalaban de la intensidad, sus entradas quemaban por la intensidad de los pujes, y el, estrujaba de sus pechos como si fueran dos limones que debía exprimir.